viernes, noviembre 22

La artista Lía Bermúdez, un ángel con alas de hierro

La artista venezolana Lía Bermúdez nació  en Caracas el 4 de agosto de 1930. Inició sus estudios en la Escuela de Artes Plásticas de la capital,  ahí estudió entre 1944 y 1946. Entre sus profesores destacaron Francisco Narváez y Ernest Maragall.

A los 17 años contrae matrimonio con Rafael Bermúdez y se radica en la ciudad de Maracaibo. Allí se matricula en la Escuela de Artes Plásticas de Julio Árraga donde concluye sus estudios en 1950.

En sus años iniciales trabaja de la mano del maestro Jesús Soto, quien además de ser su mentor trabajó con él en sus inicios​

En 1952 regresa a Caracas y viaja a La Guaira donde conoce al importante artista Armando Reverón.

En 1959 emprende la realización de talleres de pintura en barrios de Maracaibo. En 1954 Participa en el Salón D’Empaire y en 1957 en el Salón Oficial.

Para el año 1961 comienza su carrera docente en la Universidad del Zulia,  donde dictó las cátedras de composición básica, expresión gráfica, teoría de la forma y fundamentos del diseño. Allí inicia también sus investigaciones para su obra.

Entre 1964 y 1968, realizó un cambio significativo en su evolución artística  al verse   influenciada por el informalismo, tendencia que le lleva a la experimentación con otros materiales.

En el desarrollo de su actividad profesional se desempeñó como profesora de Diseño Básico en la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Zulia y como profesora de Comunicación Gráfica de la misma Universidad entre 1961 y 1980. En 1976 recibe el premio de escultura otorgado por la Dirección de Cultura de la UC.

Su vocación como promotora cultural, la lleva a convertirse en Directora del Instituto Zuliano de la Cultura entre los años 1979 – 1980.

Entre 1981 – 1982 se convierte en la  Secretaria de Cultura del Estado Zulia  y entre 1993-2015 tomó las riendas de  la Fundación del Centro de Arte de Maracaibo, donde funciona el museo que lleva su nombre.

En  2015, renunció a la dirección del centro por motivos de salud, su colaborador y amigo Régulo Pachano  asumió la gerencia de la institución.

En 1989 Sofía Imber organiza en el Museo de Arte Contemporáneo la exposición retrospectiva «Esculturas de Lía Bermúdez», conformada por pinturas y esculturas que resumían 45 años de trayectoria artística.

La tierra del Sol Amado fue testigo cuando la artista decidió abandonar la pintura plana, para dar vida alma y espíritu a sus esculturas de hierro que buscan las alturas, donde se encuentra la mayoría de sus obra urbana.

Bermúdez trabajó arduamente para dar continuidad a sus investigaciones sobre la geometría abstracta, enfrentándose a no pocas dificultades devenidas de una ciudad de provincia, donde a finales de la década de los 50 todavía predominaba el arte figurativo.

En la  época Maracaibo existían  pocos talleres de fundición, tuvo que arreglárselas con equipos y espacios destinados a la mecánica.

En Maracaibo también nacieron sus dos hijos, José Rafael y Bernardo Antonio Bermúdez. En el segundo parto Lía sufrió las consecuencias de una mala praxis médica, estuvo una semana en coma y el niño desarrolló parálisis cerebral.

Este 22 de octubre las obras de estructuras de hierro y puntiaguda geometría que  abundan los «pájaros» y «mariposas», se despide dejando un gran legado artístico, donde  La abstracción fue su lenguaje empleado.

Por Lizaura Noriega