El control de la pandemia parece estar más cerca en América. La mayoría de los países superan ya el 30 % de vacunados con las dos dosis y se avanza en inocular la tercera. Además, Chile suspendió desde el 1 de octubre el toque de queda vigente desde marzo de 2020, un paso hacia la normalidad precovid.
Las cifras en países como Colombia, Brasil, Uruguay y Chile alientan el optimismo, aunque por lo menos la «vida normal» todavía tardará «un año» en llegar, según pronosticó el domingo el consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, que no especificó si se alcanzará a la misma velocidad en todos los países.
A pesar de la tregua generalizada, las cifras siguen siendo dramáticas: en los últimos 7 días, la región sumó 1.1 millón de casos nuevos, para un total de 89,3 millones de contagiados y 2.2 millones de muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Planificar terceras dosis
Aunque solo Uruguay, Chile y Canadá superan el 70% de la población totalmente inmunizada, más países de la región están planificando el suministro de una tercera dosis, a pesar de que la OMS pidió una moratoria a las vacunas de refuerzo hasta diciembre, dada la desigualdad de distribución de dosis en el planeta.
Aun así, Costa Rica anunció una nueva compra de vacunas para esa tercera tanda; en El Salvador, más de 5.000 personas ya se han aplicado la tercera dosis, según los datos oficiales actualizados hoy, y en Panamá también la recibirán pacientes inmunodeprimidos desde este miércoles.
En EEUU, donde cerca de 70 millones de personas no están vacunadas, el presidente Joe Biden se puso esta jornada la tercera inyección de Pfizer, tres días después de que las autoridades sanitarias autorizaran el refuerzo para colectivos vulnerables.
En un auditorio de la Casa Blanca y con los periodistas y las cámaras presentes, Biden se arremangó la camisa para que una enfermera le administrara una dosis de refuerzo, como han recomendado las autoridades del país para los mayores de 65 años y otros colectivos vulnerables.
En el camino hacia la normalidad, el Gobierno chileno informó este lunes que no renovaba el estado de catástrofe a partir del 1 de octubre, y, por lo tanto, eliminaba el toque de queda vigente desde marzo de 2020.
Una medida anunciada poco después de que las autoridades reabrieran las fronteras a los extranjeros vacunados a partir del 1 de octubre, tras varias semanas con una importante disminución de casos y una tasa de positividad nacional que a la fecha se sitúa en el 1 %.
Por: Agencia