viernes, noviembre 22

A indigente le prenden fuego por morbosear a hermana del agresor en Táchira

Como justificación al atroz hecho que cometió, al prenderle fuego a un indigente, un hombre de 28 años, sindicado ahora de homicidio intencional, presuntamente dijo que lo hizo porque Materito morboseaba constantemente a su hermana y le faltaba el respeto cada vez que la veía.

Cristoferline Hereida Rosales, de 28 años, fue detenido por el Cicpc Táchira, a inicios de este mes, señalado de causar lesiones graves a Elio Ramón Román Jaimes, de 48 años, quien era conocido en Táriba, municipio Cárdenas, como Materito, luego de que le rociara combustible y le prendiera fuego.

Pero, una vez Román Jaimes falleció, el pasado 17 de septiembre, en la vía a Copa de Oro, municipio Guásimos, debido a la infección que le produjeron las quemaduras no tratadas, a raíz de que se fugó del Hospital Central de San Cristóbal, donde permanecía en el área de Caumatología, ahora el muchacho podría ser procesado por homicidio.

Según fuentes policiales, en las investigaciones preliminares, Cristoferline habría dicho que en más de una ocasión le pidió al indigente que no se metiera más con su hermana, que no le dijera obscenidades o, de lo contrario, se las vería con él.

Pero, pese a las advertencias de Cristoferline, Materito no cesó, continuó. Por ello, ante la insistencia del hombre con la muchacha, la mañana del 25 de agosto, el joven tomó la errónea decisión de tomar venganza por mano propia, descartándose así la hipótesis de que le prendieron fuego por negarse a pagar una botella de licor.

Algunos testigos vieron cuando un hombre lo golpeó, luego le roció combustible, le prendió fuego y se dio a la fuga.

Como la situación se presentó frente al banco Bicentenario de Táriba, uno de los vigilantes de la entidad bancaria lo auxilió, echándole agua para sofocar las llamas, pero ya el daño estaba hecho.

Materito resultó con quemaduras de segundo y tercer grado, en un 35 por ciento de su humanidad: pecho, hombros y rostro.

Una comisión del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal llegó a los pocos minutos para prestarle asistencia prehospitalaria y luego lo trasladó al Hospital.

Pero, por razones que se desconocen, el sábado 28 de agosto, tres días después de permanecer recluido en nuestro primer centro asistencial, el hombre huyó, al descender por la parte exterior del segundo piso y ganar la calle.

Los médicos, al saber que se había fugado del hospital, estaban conscientes del error que había cometido el paciente, ya que ponía en riesgo su vida, toda vez que las heridas aún no habían comenzado a sanar y fácilmente se le podrían infectar; por ello, el viernes 17 de septiembre, en la noche, cuando una comisión del Cicpc levantó, trasladó e ingresó su cadáver a la morgue del Hospital Central, ya las lesiones por las quemaduras estaban infestadas de gusanos.

Por Agencia