La española Garbiñe Muguruza, con el reciente título en Dubai en su mochila, vuelve a competir en el WTA 1.000 de Miami, donde parte como duodécima favorita y espera rival entre la sueca Rebecca Peterson y la china Xinyu Wang.
La principal cabeza de serie será la australiana Ashleigh Barty, la número 1 mundial, que regresa a la competición después de varias semanas sin actuar y con la intención de retener su corona.
Todas las primeras favoritas están exentas en primera ronda. En el caso de Muguruza, su gran comienzo de año la convirtieron en la jugadora con más victorias de la temporada (18), rematando con el título en Dubai, y ahora espera continuar ese buen inicio en Florida, ya con su entrenadora, Conchita Martínez, integrada totalmente en el equipo tras superar el coronavirus.
A su camino puede salirle luego la croata Petra Martic, y más adelante rivales de envergadura como la canadiense Bianca Andreescu o la estadounidense Amanda Anisimova. Si llega a cuartos su más que probable oponente sería la americana Sofia Kenin, y luego la japonesa Naomi Osaka en semifinales, y Barty o la rumana Simona Halep en la final.
Barty debutará ante una tenista procedente de la fase previa en un cuadro en el que se ha dado de baja a última hora la estadounidense Serena Williams por una cirugía bucal, y que a diferencia del masculino, con grandes bajas, están 19 de las 20 mejores del mundo, que no han querido perderse la cita de Florida.
Después, la australiana tiene en su camino a jugadoras como la estadounidense Alison Riske o la letona Jelena Ostapenko, y más adelante a la alemana Angelique Kerber o la bielorrusa Victoria Azarenka. En cuartos, y por ránking y categoría, debería medirse con la bielorrusa Aryna Sabalenka.
En la parte baja del cuadro, la japonesa Naomi Osaka, campeona del Abierto de Australia y que no pierde un partido desde febrero de 2020, abre contra la ganadora del duelo entre la rusa Anastasia Potapova o la australiana Alja Tomljanovic. Comparte cuadro con la checa Karolina Pliskova, la belga Elise Mertens y la neerlandesa Kiki Bertens.
Por: Agencia