Tras la firma del memorando de entendimiento, y con el acompañamiento de Noruega, Países Bajos y Rusia, esta semana se reinician en México las conversaciones entre el gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros y representantes de grupos políticos de la oposición, lo que constituye una etapa esperanzadora para toda la gente que anhela la paz, agotada de la confrontación. Que está sufriendo la situación de necesidades de todo tipo.
Los que desean la solución a sus problemas, incluso los que entre ellos son opositores al gobierno, ven estos encuentros con esperanza. El avance en la muestra eficaz, cercana de soluciones a la grave crisis nacional es muy urgente.
Los puntos que se abordaron como base para la firma del acuerdo, son todos importantes y fundamentales, temas muy complejos por diversas circunstancias y que ahora afecta más gravemente que nunca a toda nuestra sociedad.
Como hemos insistido es necesario ir al diálogo con plena consciencia. Con plena determinación para los acuerdos. Dentro de nuestros valores, dentro de nuestros principios que están en la ley fundamental que nos relaciona como es la Constitución de la República. En ella están dados los caminos que deben establecer las pautas del accionar político, del acceso al poder, de la convivencia entre los venezolanos
El tiempo apremia, nuestra gente necesita hacer frente a sus carencias. Urge el compromiso de dar soluciones y respuestas necesarias a nuestro pueblo que merece vivir en paz. Estos encuentros que sin duda allanan el camino para avanzar en el surgimiento de acuerdos para la convivencia.
El más grande objetivo de todos debe ser parar la guerra. Dios quiera que, juntándonos venezolanos de bien, logremos exorcizar los odios, los deseos de venganza y destrucción. Solamente con espíritu amplio podremos ir trillando la urgencia el diálogo constructivo y necesario.
Desempantanar el diálogo, nacionalizarlo, sacar el interés y la presión norteamericana para lograr concretar en respeto todas las acciones que nos permitan recuperar la senda del crecimiento económico, de la vía en paz hacia la prosperidad.
En el diálogo que se inició y que está encaminado, debemos incluirnos todos y ese es el escenario para solucionar la situación desesperada de nuestro pueblo.
Por Francisco Arias Cárdenas