El presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó el viernes una declaración de estado de emergencia para Luisiana con el fin de proporcionar «asistencia federal» a los esfuerzos de preparación, tras las órdenes de evacuación voluntaria y obligatoria emitidas en algunas localidades por el inminente paso del huracán Ida
«Se trata de un desafío extremo para nuestro estado«, declaró John Bel Edwards, el gobernador de Luisiana, que afronta un nuevo brote de COVID-19 que está llenando los hospitales.
«Es hora de que la gente de Luisiana se prepare«, instó Bel Edwards, en un comunicado, en el que aseguró que el sábado por la noche todos los residentes deberían estar ya en un refugio seguro.
Nueva Orleans es una de las ciudades de Luisiana que anticipa posibles daños. «Estamos en el lado este de la trayectoria de la tormenta, esperamos impactos significativos«, tuiteó el viernes su alcaldesa, LaToya Cantrell.
Luisiana sufre con frecuencia el impacto de huracanes. El estado sureño aún no ha curado del todo las heridas infligidas por el huracán Katrina, que en 2005 devastó su territorio y mató a más de 1.800 personas.
Durante este traumático episodio, el 80 por ciento de Nueva Orleans se inundó al romperse los diques que protegían la ciudad. DW
Por Agencia