
Air Europa ha reconocido el impacto económico significativo que supone la suspensión de su ruta entre Madrid y Caracas, interrumpida desde finales de noviembre en medio de la creciente tensión en el Caribe sur. El presidente de Globalia y de la aerolínea, Juan José Hidalgo, afirmó que la decisión “implica muchas pérdidas y muchos problemas para los usuarios”, dado que la ruta operaba con una ocupación del 100 %.
La cancelación obliga a la compañía a reembolsar billetes ya pagados y a gestionar a los pasajeros que prefieren esperar a que se restablezcan los vuelos., indica la nota de EFE.
Hidalgo explicó que se evaluó la posibilidad de trasladar a los viajeros vía Cartagena de Indias, en Colombia, pero la alternativa fue descartada por la complejidad logística: el trayecto terrestre desde allí hasta Venezuela requiere dos días de autobús.
Un avión inmovilizado y un contrato que limita alternativas
La suspensión deja, además, un avión de Air Europa parado en Madrid, generando costes adicionales. La compañía no puede reasignarlo a la ruta Madrid–Nueva York, que actualmente opera con un A350 alquilado a Iberojet, debido a compromisos contractuales vigentes. “Hay un contrato que hay que cumplir”, señaló Hidalgo.
Air Europa detuvo sus operaciones a Caracas el 24 de noviembre y prevé mantenerlas canceladas, al menos, hasta el 19 de diciembre, a la espera de la evolución de la situación en la capital venezolana y en el Caribe sur. La medida se suma a la de otras aerolíneas europeas —incluidas Iberia, Plus Ultra y TAP— que también mantienen suspendidos sus vuelos por orden del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) de Venezuela.
Hidalgo añadió que la compañía había diseñado un plan para evitar que sus tripulaciones pernoctaran en Caracas, pero finalmente fue la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) de España la que recomendó no operar la ruta.
Por. Agencia

