viernes, diciembre 5

Un legado de fe y dedicación: La vida de Nerio Méndez

En una sociedad donde a menudo se valora el éxito material por encima de las virtudes humanas, la figura de Nerio Enrique Márquez se alza como un faro de integridad, de servicio y de fe.

Más allá de su destacada carrera como ingeniero, su verdadero legado reside en el ser humano que fue: un hombre de profundas virtudes cristianas, un pilar para su querida esposa y sus nueve hijos y un catequista dedicado del Camino Neocatecúmenal.

Nerio Méndez demostró siempre que la excelencia profesional y la devoción espiritual no solo pueden coexistir sino que se enriquecen mutuamente.

Cómo ingeniero supo aplicar  el conocimiento para construir y resolver aplicando soluciones concretas a los desafíos de su entorno. Pero, su visión iba más allá de los planos y las estructuras, su vida estaba cimentada en el principio de que todo trabajo, si se realiza con honestidad y propósito, es una forma de servir a Dios y al prójimo.

El compromiso con la iglesia es quizás el testimonio más claro de su carácter. Perteneció activamente a las comunidades neocatecumenales de Maracaibo donde no solo practicaba su fe, sino que la compartía actuando como guía y ejemplo para aquellos que buscan un camino de crecimiento espiritual y ser testigos del poder transformador del evangelio.

La labor y compromiso demostrados como catequista lo convirtió en un maestro de vida, enseñando con el ejemplo que el verdadero crecimiento personal se encuentra en el amor a Cristo, a la iglesia y en el servicio a la comunidad.

En un mundo sediento de líderes genuinos, Nerio Méndez fue un líder silencioso. No buscaba los reflectores, el enfoque de las  cámaras ni el reconocimiento público, sino que se dedicó a construir vidas, fortalecer familias y sembrar semillas de fe.

La vida de Nerio nos recuerda que la verdadera grandeza no está en el poder o la fama, sino en las pequeñas acciones diarias, en la coherencia entre lo que se profesa y que se vive.

Nerio Méndez nos ha dejado un invaluable legado: la convicción de que es posible ser un profesional exitoso, un hombre de familia y un creyente comprometido.

La vida de este hombre es un testimonio de que la fe, cuando se vive de manera auténtica, es una fuerza capaz de transformar no solo a un individuo sino a toda una sociedad.

La memoria de Nerio Méndez nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas y a preguntarnos: ¿Qué estamos construyendo en el paso por este mundo?

Por Ángel Montiel