domingo, diciembre 7

Actor venezolano que interpreta a El Principito: Conozco muy bien ese sentimiento de desarraigo

El Principito, la novela de Antoine de Saint-Exupéry, es uno de los grandes libros de la literatura de todos los tiempos, atravesando generación tras generación. Una historia que hasta el día de hoy sigue vigente: viajes interplanetarios, la búsqueda de la amistad, la importancia de la conexión humana y la inocencia de la infancia. Tal es la trascendencia de la obra que Juan Carlos Baglietto la adaptó, junto a dos de sus cuatro hijos, a un musical, arrasó en el Teatro Ópera la temporada de invierno de 2024 y regresa desde el próximo 19 de julio.

El papel de El Principito es llevado a cabo por Luis Alejandro Rodríguez Echeverría, conocido artísticamente como Lare. Un joven que luchó con uñas y dientes, dejando de lado la frustración de formar parte de una industria difícil, a veces ingrata y con mucho sacrificio. En diálogo con Teleshow recordó cómo fue la experiencia de llegar a la Avenida Corrientes, la emoción de volver a ponerse el traje de El Principito y su paso por Despertar de Primavera, reseñó Infobae.

—Vos y tu mamá se fueron de Venezuela a Estados Unidos, y después a Argentina. ¿Qué fue lo que te trajo y te hizo decir ‘Voy a apostar al arte, a mi voz y al talento’?

La verdad es que cuando salí de Venezuela, ese también fue mi objetivo. Mi mamá y yo salimos buscando oportunidades para mi futuro, ella creyó siempre en mí, desde que yo era niño, siempre hice clases de teatro, de canto y el arte siempre formó parte de mi vida. Por la situación de Venezuela fuimos a Estados Unidos como a probar suerte y en Estados Unidos no pudimos conseguir los papeles para quedarnos a vivir legalmente, después de dos años, así que buscamos una opción B y la mejor fue Buenos Aires. Argentina es un país con muchísimas oportunidades a nivel artístico, con una cultura que apoya mucho el circuito artístico y porque es un país que recibe inmigrantes con facilidad. A los seis meses estábamos con nuestros DNI, legales y tranquilos y a partir de ahí pude comenzar a proyectar una vida de artista.

No es una vida fácil.

—Depende. No es fácil porque hay que rebuscársela, hay que ser muy apasionado, pero creo que eso nunca me ha costado, en el sentido de que genuinamente lo haría sin ningún incentivo económico. Creo que cuando se vuelve un hábito en tu vida y algo tan inseparable de quién sos que es casi inevitable no encontrarle el disfrute y aunque sea trabajoso, difícil, rebuscado y haya mucha competencia.

—¿Cómo fue llegar a las audiciones de El Principito? Porque vos pasaste de ser coach vocal en una mini compañía en Devoto a tener tu cara en un teatro histórico de calle Corrientes.

—Es tremendo. Hace poco hablaba con una amiga que en el 2023 yo estaba muy resignado con el teatro musical, estaba solamente siendo coach vocal en Joy Producciones y mi amiga me dice ‘Bueno, andá al castigo de Rent, a la audición abierta, no perdés nada’ y yo le dije ‘Quiero enfocarme en mi música, quiero ser cantautor’.

Fui a la audición abierta de Rent, el segundo día, pasé todos los filtros de ese día y para mi sorpresa pasé a los callbacks. Llegué al tercer callback, después no quedé en la producción pero me sentí orgulloso por haber llegado tan lejos en algo que no tenía expectativas. Al año siguiente, me escribe una productora y me dice ‘Hay una audición cerrada para El Principito, te recordamos de los callbacks de Rent y queríamos ver si querías pasar a hacerla’.

Fue muy inesperado que apareciera otra oportunidad de parte del mismo grupo y que se hayan acordado de mí y El Principito había sido un libro que a mí me marcó mucho en mi vida, fue como una señal del universo. Fui, hice dos audiciones, a la tercera leí textos con Baglietto y ese día me llamaron, me dijeron que iba a ser El Principito y me mandaron a la peluquería a teñirme de rubio.

Por Agencia