La rectora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Cecilia García-Arocha, informó en su cuenta de Instagram que las labores que se realizan en la Ciudad Universitaria de Caracas, “se hacen bajo la estricta supervisión del Consejo de Preservación y Desarrollo (Copred) y la Dirección de Mantenimiento de la UCV (direcciones adscritas al Rectorado), pues nuestro campus es patrimonio y las intervenciones que puedan realizarse en sus edificaciones y ornato deben seguir una serie de parámetros y lineamientos”.
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Explicó que bajo la tutela del profesor de Arquitectura y Urbanismo, el arquitecto Pablo Molina, nuevo director de Copred, los estudiantes adscritos al servicio comunitario de la FAU están integrándose también a las labores de mantenimiento de la UCV.
La comisión de recuperación está dividida en 5 fases, la primera fase es la que se esta realizando en este momento que se trata del mantenimiento de las áreas verdes, poda de árboles y reemplazo ornamental de jardines. pic.twitter.com/xdJuIudOBf
— Viva la UCV (@VivaLaUCV) August 3, 2021
“Porque nuestra UCV es patrimonio de todos, es responsabilidad de todos trabajar arduamente para seguir exigiendo los recursos presupuestarios adecuados y adeudados hasta la fecha a fin de poder desarrollar de forma eficiente nuestras labores académicas, administrativas, culturales, de investigación y mantenimiento”, señaló.
Abandonada
Fundada el 22 de diciembre de 1721, la Universidad Central de Venezuela (UCV) es la institución de educación superior más antigua del país. Pese a que su sede principal, la Ciudad Universitaria de Caracas, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000, hoy día este complejo evidencia el abandono de parte del Estado venezolano, que desde 2008 redujo en casi 99 por ciento el presupuesto requerido por la institución. Con casi 300 años de historia, y siendo más vieja que la República, la Casa que Vence las Sombras atraviesa por la peor crisis desde su fundación,según publica El Nacional.
Grietas en los techos y paredes, ventanas rotas, puertas dañadas, pasillos a oscuras, obras de arte deterioradas, salones llenos de polvo y telarañas, baños fuera de servicio, y la naturaleza reclamando espacios en las áreas verdes. La infraestructura de la Ciudad Universitaria se encuentra gravemente amenazada, y no parece haber una pronta solución.
Por: Redacción Regionales / Foto: Cortesía