sábado, diciembre 6

El deshielo reduce a la mitad la población de osos polares en Canadá

Ya sabíamos que el Ártico se está derritiendo bajo el implacable avance del cambio climático. Ahora, un nuevo estudio, publicado en Science por investigadores de la Universidad de Toronto Scarborough, Environment and Climate Change Canada y Polar Bears International, ha establecido un vínculo cuantificable entre la pérdida de hielo marino y el drástico declive poblacional de los osos polares en la Bahía de Hudson Occidental.

A través de un innovador modelo bioenergético basado en datos recolectados durante más de cuatro décadas, los científicos han demostrado que la desaparición del hielo marino reduce drásticamente las oportunidades de caza de estos depredadores árticos, reseña National Geographic.

Como resultado, los osos polares están perdiendo la batalla contra el hambre, con una reducción aproximada del 50% en su población desde 1979. La urgencia de medidas para frenar el calentamiento global se vuelve más evidente que nunca, especialmente cuando se observa que las crías, el futuro de la especie, son las más vulnerables a este cambio devastador.

La tragedia de las crías

Las hembras de oso polar dependen del hielo marino no solo para cazar, sino también para garantizar la nutrición de sus crías. Sin embargo, con temporadas de caza cada vez más cortas, muchas madres no logran acumular suficientes reservas de grasa para producir leche en cantidad suficiente. Esta falta de alimento deja a las crías en una situación crítica: si no alcanzan un peso adecuado antes de su primer período de ayuno en tierra firme, sus posibilidades de supervivencia se desploman.

Además, los cambios en el ambiente han obligado a las hembras a modificar su estrategia reproductiva. Se observa una reducción en el número de crías por camada y una tendencia a mantener a las crías con ellas durante más tiempo, lo que sugiere un mecanismo de compensación ante el estrés ambiental. Pero incluso estos ajustes parecen insuficientes frente a la velocidad del cambio climático en el Ártico, una región que se calienta cuatro veces más rápido que el promedio global.

Un enfoque adaptable

Como se ha apuntado, el estudio introduce un modelo bioenergético que analiza el balance energético de los osos polares a lo largo de su vida. Utilizando datos de monitoreo de más de 40 años, los investigadores cuantificaron cómo la reducción de hielo marino afecta la energía adquirida a través de la caza y la energía gastada en movimiento, crecimiento y reproducción.

Este enfoque no solo ha permitido explicar las tendencias observadas en la Bahía de Hudson Occidental, sino que también se presenta como una herramienta adaptable a otras especies afectadas por el cambio climático. Al tratar la energía como una moneda biológica, el modelo puede aplicarse a diferentes ecosistemas y especies para evaluar cómo los cambios ambientales influyen en la supervivencia animal.

Como señala Péter Molnár, coautor del estudio, este método es muy relevante porque, al demostrar cómo las limitaciones energéticas resultantes de la pérdida de hielo han llevado al declive de esta población, se puede dar más peso a las proyecciones que advierten que el calentamiento continuo pone en riesgo la supervivencia de los osos polares en casi todas las regiones del Ártico.

Así, el estudio también aporta evidencia sólida de que, sin una reducción significativa en las emisiones de gases de efecto invernadero y sin esfuerzos de conservación más ambiciosos, la situación de los osos polares continuará empeorando. La implementación de políticas que limiten el calentamiento global y protejan el hábitat ártico es crucial para evitar un colapso poblacional aún mayor.

Por: Agencias / Foto: Cortesía