En una escala cósmica, TIDYE-1b, con sus tres millones de años, es algo así como un «recién nacido”. El hallazgo de este, uno de los planetas más jóvenes que se conocen, se reporta ya en un artículo de la revista Nature.
Para los científicos, haber encontrado a este “bebé cósmico” es una oportunidad invaluable de conocer cómo era nuestro propio planeta en los momentos más tempranos de su existencia.
“Dado que no tenemos muchos de estos sistemas jóvenes en tránsito que conozcamos, es muy importante que busquemos más para poder hacernos una mejor idea de cómo son la formación y la evolución, de modo que podamos entender a mayor medida cómo se formó y evolucionó nuestro propio hogar”, explica la autora principal a ABC News.
Apenas tres millones de años
TIDYE-1b o IRAS 04125+2902 b, como también se le identifica, está a 520 años luz de la Tierra, y gira alrededor de su anfitriona cada 8,8 días. Fue descubierto por Madyson Barber, una estudiante de posgrado de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos). Como suele suceder en estos casos, el exoplaneta se vio en tránsito, es decir, mientras que este pasaba entre su estrella y el observador.
Los investigadores piensan que este joven planeta es lo que más tarde podría convertirse en una supertierra o un superNeptuno, tipos de planetas demasiado masivos que no existen en nuestro sistema planetario, pero que son comunes en otras regiones de la Vía Láctea.
Por: Agencias / Foto: Cortesía