La oposición rusa, exiliada debido a la represión y debilitada por los conflictos internos, organiza este domingo (17.11.2024) en Berlín su primera gran manifestación en el extranjero contra la invasión de Ucrania y contra el gobierno del presidente ruso Vladimir Putin.
La manifestación en la capital alemana, donde residen numerosos exiliados y opositores rusos, empieza a las dos de la tarde (CET) en el centro de la ciudad y está previsto que termine delante de la embajada rusa. «La marcha busca unir a todos los que se oponen a la guerra agresiva de Vladimir Putin en Ucrania y a las represiones políticas en Rusia«, indicaron los organizadores en un comunicado.
La manifestación está convocada por tres figuras destacadas de la oposición: Yulia Navalnaya, la viuda de Alexei Navalny que retomó las riendas del movimiento tras la muerte del líder opositor, Ilia Yashin, exdiputado municipal moscovita recientemente liberado de la cárcel, y Vladimir Kara-Murza, crítico del Kremlin que sobrevivió a la prisión y a dos intentos de envenenamiento.
La protesta exigirá «la retirada inmediata» de las tropas rusas en Ucrania, la destitución de Putin y su juicio como «criminal de guerra«, y la liberación de todos los presos políticos detenidos en Rusia. En estos últimos años, el poder ruso ha erradicado metódicamente cualquier movimiento de oposición, llevando a cientos, o más bien miles, de personas a la cárcel.
La oposición rusa pone a prueba su poder de convocatoria
Esta manifestación en Berlín será vista como un test para ver el poder de convocatoria de los líderes opositores. Las últimas grandes congregaciones de partidarios de la oposición en Rusia reunieron espontáneamente a varios miles de personas, pese al peligro, en los funerales de Navalny en marzo de 2024, y al principio de la invasión de Ucrania, en febrero de 2022. Entonces salieron también a las calles en Berlín más de cien mil personas.
La asociación Vitsche, formada por activistas ucranianos en Alemania, expresó ayer su «profundo recelo» sobre la manifestación, «tanto por el posicionamiento poco claro de los organizadores como por la orientación fundamental de este evento«. «Desde 2014, la sociedad ucraniana espera protestas contra la guerra y activistas de la oposición que tomen la iniciativa en la lucha contra Putin. Pero ahora, en 2024, esto ya no es suficiente, porque no impide que los soldados rusos sigan matando ucranianos ni que la población civil rusa siga apoyando a la industria de defensa«, dijo Irina Domnenko.
Por otra parte, el canciller alemán Olaf Scholz dijo hoy que la posición de Putin sobre la guerra en Ucrania no ha cambiado, aunque defendió su criticada decisión de llamar el viernes al Kremlin. No sería bueno, afirmó, que el presidente estadounidense esté hablando con Putin y ningún líder europeo lo haga. «La conversación fue muy detallada, pero contribuyó a reconocer que poco ha cambiado en la opinión del presidente ruso sobre la guerra, y eso no es una buena noticia«, dijo Scholz a los periodistas desde el aeropuerto de Berlín justo antes de partir hacia la cumbre del G20 en Brasil.
Por: Agencia