viernes, noviembre 22

Cumbre árabe-musulmana condiciona paz en Medio Oriente a retirada israelí de los territorios ocupados

Los países árabes y musulmanes instaron el lunes a Israel a retirarse de los territorios que ocupa desde 1967 para lograr una paz «global», durante una cumbre celebrada en Arabia Saudita sobre Medio Oriente, convertido en un polvorín por las guerras en Gaza y Líbano, informó la AFP. 

«Una paz justa y global (…) no puede lograrse sin poner fin a la ocupación israelí de todos los territorios árabes ocupados» desde junio de 1967 –Cisjordania y Jerusalén oriental, Gaza y los Altos del Golán sirios– indica la declaración final de la cumbre.

Esas propuestas, recuerdan, están en la misma línea de «la Iniciativa de Paz Árabe de 2002», que ofrecía a Israel la normalización regional a cambio de la creación de un Estado palestino.

Los participantes en la cumbre conjunta en Riad de la Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) aboga por la unidad de todos los territorios palestinos -la Franja de Gaza y Cisjordania ocupada- dentro de un Estado palestino, cuya capital debe ser Jerusalén oriental, ocupada y anexada por Israel.

Según los analistas, esta cumbre brindó una oportunidad para que los participantes expusieran sus expectativas sobre el futuro gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien asumirá el cargo en enero.

En su primer mandato (2017-2021), el magnate republicano tuvo varias iniciativas favorables a Israel, como el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén.

También contribuyó a la normalización de las relaciones entre Israel con Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Sudán, mediante los acuerdos de Abraham. Hasta ese momento, de los 22 países de la Liga Árabe, sólo Egipto y Jordania mantenían relaciones formales con el Estado hebreo.

Pero el gobierno de Benjamin Netanyahu, el más derechista de la historia de Israel, se opone a la solución de dos Estados — Israel y Palestina –, que convivirían con garantías de seguridad, apoyada por la mayor parte de la comunidad internacional para poner fin a décadas de conflicto.

Querer establecer un Estado palestino no es «hoy» un proyecto «realista», declaró el canciller israelí, Gideon Saar, en Jerusalén.

«Un Estado palestino (…) será un estado de Hamás», el movimiento islamista que gobierna Gaza, agregó.

«Crimen de genocidio»

La cumbre árabe-musulmana condenó el «crimen de genocidio» cometido por el ejército israelí en la Franja de Gaza, «particularmente en el norte» del territorio palestino «en las últimas semanas».

También exigió «prohibir la exportación o transferencia de armas y municiones a Israel» y condenó «los continuos ataques de las autoridades israelíes y sus representantes contra la ONU».

La guerra en Gaza se desencadenó el 7 de octubre de 2023, cuando milicianos islamistas mataron en el sur de Israel a 1.206 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.

De los 251 capturados, un centenar siguen cautivos en el territorio palestino, pero 34 fueron declarados muertos por el ejército.

La campaña militar israelí de represalias ya ha dejado 43.603 muertos en Gaza, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.

El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, denunció un fuerte riesgo de «hambruna» en el norte de la Franja de Gaza y señaló que la definición de una «limpieza étnica» es cada vez más usual para referirse a la situación en esa zona.

Israel libra además desde el 23 de septiembre una guerra abierta en Líbano contra el movimiento islamista proiraní Hezbolá, que disparaba cohetes contra el territorio israelí desde el inicio de la guerra en Gaza, en apoyo a Hamás.

Los bombardeos israelíes mataron el lunes al menos a siete personas, «en su mayoría mujeres y niños», en el sur de Líbano, y al menos a ocho en una aldea del norte, indicó el ministerio libanés de Salud.

Acercamiento Irán-Arabia Saudita

«El mundo está esperando» que el nuevo gobierno estadounidense de Donald Trump ponga fin «inmediatamente» a las guerras de Israel con Hamás y Hezbolá, declaró en la cumbre de Riad el primer vicepresidente de Irán, Mohamad Reza Aref.

Aref también acusó a Israel de acciones de «terrorismo organizado», en referencia a los asesinatos en los últimos meses del jefe de Hamás, Yahya Sinwar, y de Hasán Nasralá, el líder de Hezbolá.

También se cree que Israel llevó a cabo el asesinato del exlíder de Hamás, Ismail Haniyeh en Teherán, en la capital iraní.

El príncipe heredero y hombre fuerte de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, instó previamente a Israel a «respetar la soberanía territorial» y a abstenerse de «atacar» a Irán.

Bin Salmán calificó a Irán de «República hermana», en una muestra de que las relaciones entre ambos países se han fortalecido, después de que en 2023 pusieran fin a siete años de crisis diplomática.

Este acercamiento «crea un entorno regional muy diferente» al del primer mandato de Trump, apuntó H.A. Hellyer, especialista en seguridad internacional del Royal United Services Institute de Londres.

Irán, gran enemigo de Israel, apoya a Hezbolá, a Hamás y a los rebeldes hutíes de Yemen. En cambio, Arabia Saudita libra una guerra contra los hutíes y considera a Hezbolá una «organización terrorista».

Hezbolá, «preparado» para una guerra larga

Los hutíes reivindicaron un ataque contra una base militar en Israel, en tanto que el ejército israelí confirmó haber interceptado un misil procedente de Yemen.

Grupos proiraníes de Irak también reivindicaron ataques con drones contra Israel, que interceptó los aparatos.

Un dirigente de Hezbolá, Mohamad Afif, afirmó que su movimiento estaba «preparado para una guerra de larga duración». También aseguró que el ejército israelí no ocupa ninguna localidad del sur de Líbano, donde lanzó una ofensiva terrestre el 30 de septiembre.

En la Franja de Gaza, la Defensa Civil reportó la muerte de cinco palestinos en bombardeos israelíes contra una tienda de desplazados de Nuseirat, en el centro, y una vivienda de Jabaliya, en el norte del territorio.

Por: Agencias / Foto: Cortesía