Monseñor Enrique Pérez Lavado, obispo de Maturín, aprovechó su homilía para pedirle a Dios, a la Virgen y al pueblo caminar juntos en sinodalidad para lograr la paz en Venezuela.
«Hermanos y hermanas que caminan como pueblo de Dios en comunión y sinodalidad de la mano de María, encontrando en Jesús sacramentado el alimento para nuestra fortaleza, avivemos la esperanza que nos mueva y nos permita perseverar hasta el final del camino hacia la paz, la justicia y el amor», indicó.
El clérigo pidió a Santa María Virgen que bajara para caminar con su pueblo «bravo y fuerte» para que su voz sea escuchada y se abran los caminos de la justicia.
«Que con esa justicia venga la paz y con la paz tu pueblo, Madre, pueda crecer, progresar y presentarle a las nuevas generaciones un futuro provisorio en el que se haga activo entre nosotros el reino de tu hijo», acotó el sacerdote de origen zuliano.
Año Santo del Señor
Monseñor Pérez Lavado recordó que el venidero 2025 es el Año Santo en el cual el Papa Francisco invitó a vivir bajo el signo de la esperanza.
«Vivimos en un mundo que solo parece esperar en las armas, en la guerra, en las riquezas obtenidas a precio de sangre, droga, trata de personas, etcétera; en imponer determinadas ideologías para hacer valer los propios intereses mezquinos, segregando y marginado a quienes no lo comparten. Venezuela y Zulia no están fuera de ese mundo que ve desfallecer esa esperanza por lo que es necesario proclamar el evangelio de la esperanza», pidió el obispo de Maturín a la feligresía.
Al finalizar la eucaristía monseñor Pérez Lavado recibió el agradecimiento de monseñor José Luis Azuaje. Arzobispo de Maracaibo, quien se encuentra en Roma en el Sínodo de la Sinodalidad, además, le fue conocido la distinción del Relicario de Oro, en su única clase.
Por: José Manuel Sánchez / Foto: Lizaura Noriega