viernes, octubre 18

Incalec: Venezuela es único país que puede salir de la lista los 8 países más pobres del mundo

El ingeniero químico con experiencia en el sector agroalimentario y director del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne Incalec, Rodrigo Agudo, señala que Venezuela está dentro de los ocho países más pobres del mundo, pero es el único con posibilidades de salir.

El ingeniero químico aseguró, en entrevista con Román Lozinski, que Venezuela puede producir 70 por ciento de sus necesidades básicas alimentarias con excedentes para exportación que le da las divisas para importar el otro 30 por ciento.

También pidió una reorientación política-económica del país para palear la crisis alimentaria, alertando que sin esta, será imposible salir de dicha situación.

Recuerda que la seguridad alimentaria se basa en tres elementos básicos, disponibilidad, acceso a esos alimentos y calidad, insistiendo así que hoy en día, en Venezuela, no se puede garantizar ninguno de estos elementos.

«La disponibilidad es reducida por una crisis social y macroeconómica, además de una profunda inestabilidad económica que afecta la disponibilidad de alimentos. Hoy en día, a diferencia de años anteriores hay alimentos, pero no son accesibles para toda la población», añade.

Agudo advierte que el país podría estar produciendo el 25-30 por ciento de las necesidades alimentarias de los venezolanos, sin embargo, solo el 15 por ciento podría consumirlo.

Destaca que Venezuela no ha mejorado, solo tiene momentos donde hay más disponibilidad o la gente puede tener más acceso, pero se tiene un problema estructural.

Dra. Marianella Herrera, médico con postgrado en nutrición y miembro del Observatorio Venezolano de la Salud, explica que el acto alimentario se ha convertido en un reto y una inversión de energía que hacen las familias venezolanas a diario para ver qué van a comer.

Indica que en Venezuela hay una alteración de la cotidianidad, por lo que las familias deben pensar a que le dedican su salario, además de hacerse evidente una disminución de las porciones, cambios en la calidad y la diversidad de la dieta que trae consecuencias muy negativas en el largo plazo.

«Cuando hay un aporte deficiente de calorías, el cuerpo debe compensar echando mano de otras fuentes de energía como las proteínas, que serían los músculos», informa.

Herrera insiste en que esto es particularmente grave en la población vulnerable, como los niños menores de 5 años en crecimiento y desarrollo, además de mujeres embarazadas.

Resalta que cuando no se tiene un consumo de calorías adecuado que apoye los proceso biológicos, se ve un retardo en el crecimiento, luego un retardo cognitivo si se prolonga la situación, además de deficiencias en el sistema inmunológico e intestinal.

«Tendríamos que estar consumiendo un mínimo de 25 alimentos diarios para poder decir que hay una dieta variada y diversa», rescata.

Por: Agencias / Foto: Cortesía