La sonda Hera, que estudiará el asteroide Dimorphos, despegó el lunes de Cabo Cañaveral (Florida) a bordo de un lanzador SpaceX Falcon 9, según informó en directo la Agencia Espacial Europea (ESA).
La misión tiene previsto llegar a finales de 2026 cerca de este asteroide, contra el que impactó hace dos años una nave de la NASA para desviar su trayectoria en una prueba de «defensa planetaria» sin precedentes.
Colocada en un cohete Falcon 9, la sonda de la ESA despegó a las 10H52 locales (14H52 GMT), a pesar de las condiciones climáticas adversas por el huracán Milton, que se acerca a las costas de Florida, en el sudeste de Estados Unidos.
El asteroide Dimorphos, que se encontraba a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra cuando ocurrió el impacto, medía unos 160 metros de diámetro y no representaba ningún peligro para nuestro planeta.
Chocando con él, el aparato de la Nasa -del tamaño de un gran refrigerador- logró desplazarlo reduciendo su órbita en 33 minutos.
Pero no se sabe qué efectos tuvo el impacto sobre el pequeño asteroide, ni cuál era su estructura interna antes del choque.
Se estima que un objeto de un kilómetro, que puede desencadenar una catástrofe global como la extinción de los dinosaurios, se estrella contra la Tierra cada 500.000 años, y un asteroide de 140 metros -que es el umbral de una catástrofe regional-, cada 20.000 años.
De entre esos objetos cercanos a la tierra, la mayoría de los cuales provienen del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, se conocen prácticamente todos los que tienen un kilómetro y ninguno de ellos amenaza a la Tierra en el próximo siglo.
Tampoco se ha reportado ninguna amenaza directa de los que tienen 140 metros pero solo se ha identificado el 40 % de los de este tipo.
Por: Agencia