Beneficiado por el empate del Manchester City, Liverpool aprovechó su ocasión; práctico, efectivo y ganador en su visita a Wolwerhampton, donde tomó la victoria y el liderato con un penalti transformado por Mohamed Salah que estableció el 1-2.
La jugada clave de un encuentro lejos del nivel habitual del conjunto de Arne Slot, que sufrió por tramos contra su adversario, pero fue más certero en los momentos más oportunos, primero para adelantarse en el marcador al borde del descanso y después, cuando aún festejaba la igualdad la afición local, para rehacerse directo a un triunfo más que valioso, detalla EFE.
Aunque Wolwerhampton es último y aún no ha ganado esta temporada, no es un oponente fácil. Ni cuando se repliega ni cuando sale al contragolpe ni cuando atosiga al Liverpool como lo hizo al comienzo del duelo, en el que redujo a un equipo de tal nivel a casi la nada en ataque, sin un remate ni fuera ni dentro de la portería más allá del minuto 20.
A la media hora espabiló Liverpool, más presente en campo contrario, más amenazador, circulando en torno al área contraria hasta que conectó su primera ocasión real, en el minuto 39, con un remate de Szoboszlai que es gol en el 90 por ciento de las ocasiones. No lo fue este sábado, porque la pierna de Sam Jonstone se cruzó magnífica y afortunada.
Pero al borde del descanso, ya un minuto y 40 por encima del 45, dentro del tiempo añadido, surgió un testarazo de Konaté, demasiado solo en su remate, también potente en su irrupción para transformar el centro de Diogo Jota en el 0-1. Esta vez, Sam Johstone no tuvo opción. El cabezazo fue centrado, pero tan cerca que pareció imposible repelerlo.
Dos oportunidades y un gol para el Liverpool, que se lió él mismo en el inicio del segundo tiempo hasta que encajó el 1-1. El goleador anterior fue el señalado después: Konaté protegió el balón en su área de forma fatal, quizá esperando la salida impensable para todos los demás de Alisson. Strand Larsen se la arrebató. Un par de rebotes después, Ait Nouri empujó a la red el empate para anunciar un nuevo partido que realmente no fue tal.
Prácticamente a la siguiente jugada fue el penalti definitivo. Un centro al área de Mohamed Salah al que corrió Diogo Jota. El agarrón fue visible de Nelson Semedo. La fuerza admite debate. Si fue suficiente para derribarlo, también. El árbitro señaló penalti, sin dudarlo. El VAR lo rectificó. El lanzamiento desde los once metros lo aprovechó Salah para darle el liderato de la clasificación al Liverpool, un punto por encima del City y del Arsenal.
Por: Agencias / Foto: Cortesía