“Algo que tiene 20 años en el país no se va a resolver con una varita mágica, eso sería demagogia y engañar a las personas, aquí hay problemas estructurales que generan estas pandillas”, fueron las palabras del abogado penalista Luis Izquiel, quien analizó las implicaciones de las bandas criminales en el país, principalmente las que operan en la Cota 905.
Los nombres de estas organizaciones criminales son notoriamente conocidas en Venezuela debido a los múltiples hechos de violencia que perpetraron, en el que Carlos Luis Revette, alias el “Coqui”; Garbis Ochoa Ruíz, apodado el “Garbis”, y Carlos Calderón, conocido como “Vampi”, buscan ampliar su territorio criminal.
“Las Zonas de Paz les accedió territorio a las bandas, todos hemos visto como la banda de la Cota 905 es capaz de lanzar disparos de fusiles contra funcionarios del Cicpc, luego la declaración del director del mismo organismo lo menos ingenua, por no decir irresponsable, de hecho fue desmentida en la práctica pocos días después por esta misma banda que domina la Cota 905 y que está tratando de expandirse hacia La Vega, protagonizando tiroteos continuos, después de esa declaración de un director de la policía científica, los hechos desmintieron que eso podía ser factible”, afirmó el también criminólogo.
Diálogo
Izquiel prosiguió refiriéndose a las declaraciones que ofreció Douglas Rico, director del cuerpo detectivesco, el pasado 26 de abril de 2021 en el que afirmaba plantear un diálogo con los grupos armados de la Cota 905 para que depongan las armas.
“Las negociaciones se presentan cuando un delincuente está rodeado por funcionarios policiales y se le señala que se le va respetar la vida y el debido proceso, pero pensar que delincuentes activos que ganan grandes cantidades de dinero vendiendo drogas, secuestrando, robando vehículos, desvalijándolos, y unas cantidades de fechorías, tú crees que van a entregar sus armas y se van a pacificar, simplemente para que se establezca un diálogo, bueno repito es ingenuo y hasta irresponsable”, señaló el abogado en entrevista con 2001.
Izquiel recordó el antecedente de un diálogo entre delincuentes y Gobierno que fue en El Salvador en el año 2012 con las bandas criminales mara Salvatrucha MS-13 y la Pandilla 18.
“En ese año hubo una reducción importante de los delitos, no fueron públicas las negociaciones, reducción de delitos, pero luego ese pactó se rompió, muchos de los que hicieron este diálogo están presos”, contó Izquiel.
Problemas
El también experto en temas de Seguridad Ciudadana afirmó que los “problemas estructurales” que existen en el país respecto a estas bandas criminales es “algo que tiene más de 20 años, que no se va a resolver con una varita mágica, aquí hay problemas estructurales que generan estas pandillas y otras expresiones del crimen organizado, por ejemplo los problemas sociales, la mayoría de estos jóvenes, que integran las bandas son víctimas de la pobreza, deserción escolar, de hogares desestructurados y adicciones a las drogas”.
Explicó que otros serían los problemas policiales y el sistema de justicia en Venezuela.
“Tenemos cuerpos que han sido duramente golpeados en el tema de los recursos humanos y en el área de la operatividad, son funcionarios que ganan tres o cuatro dólares. La ciudadanía sufre los actos de corrupción de ellos, las matracas o actos de corrupción. Son individuos que lamentablemente en vez de proteger a la ciudadanía atentan contra el venezolano, prácticamente integrándose al hampa”, destacó.
Sobre el sistema de justicia señaló que genera “una impunidad inmensa en Venezuela. El Estado tiene que retomar la presencia en esos territorios, sé que no es fácil, es difícil de ejecutar”, afirmó.
Se refirió a las reformas que hicieron en las favelas de Río de Janeiro, en Brasil.
“El caso de Brasil, invito a todos a verificar el plan de policía pacificadora, que comenzó en el año 2008, por supuesto eso ha tenido sus altos y bajo en temas policiales y delictivos, nada es color de rosa, nada es perfecto, pero en términos generales es un plan que ha funcionado muy bien en las favelas de Río de Janeiro y consistió precisamente en eso, en que el Estado retomaba el control de esas favelas controladas por bandas de narcotraficantes, pero no con operativos de un día, de unas horas, como pretenden hacer aquí , eso no va a resolver el problema”, aseveró.
El error
“Una pandilla que tiene dominado un territorio, que le importa que los cuerpos policiales entren unas horas, a un sector de estos y luego se tiren fotos, logren llegar a algunos espacios que estos individuos tienen tomados o a esas trincheras que están en la parte alta de La Vega y luego se retiran al caer la noche, no sirve absolutamente de nada”, rebatió Izquiel.
Aseveró que las megabandas están “ascendiendo a otro nivel” al estas decir que matarían a civiles si los policías no se retiraban de La Vega. “Ese día murieron tres personas en La Vega, eso sería muy grave, por cierto esto es algo que quizás copiaron de unas experiencias internacionales, por ejemplo cuando detuvieron al hijo del Chapo Guzmán, salió el Cártel de Sinaloa y comenzó a amenazar en las calles que iban a asesinar civiles si no lo liberaban».
En su opinión opina, estos líderes criminales de la Cota 905 se hacen “famosos” porque operan en pleno corazón de la ciudad.
“Yo creo que las fechorías de este individuo, que lidera la Cota 905, y que ahora también está en La Vega, se hacen famosas porque operan en pleno corazón de la ciudad, por eso es que se hacen famosas estas bandas porque actúan en pleno corazón de Caracas, pero en Venezuela hay muchas expresiones del crimen organizado, que quizás no generan tantas noticias porque actúan en zonas no noticiosas”, destacó
Lo que ocurre en La Cota 905, La Vega, El Cementerio, El Valle, entre otras, que estas zonas están dominadas por varias bandas, pero la principal es la megabanda de el “Coqui”, en la que las demás se rigen por sus órdenes, “es lo mismo que ocurre en El Salvador, estas bandas tienen células pequeñas regadas por todo el país, que tienen una especie de mando central, pero también tienen ellas autoridad”, señaló.
“Como te decía antes esta banda de la Cota 905 es más conocida porque está en Caracas, pero la megabanda más grande que hay en el país y la que tiene más poder es el Tren de Aragua. Otro síntoma de la enfermedad social que hay Venezuela, aquí ocurre la paradoja de que los habitantes de la Cota 905 y de otros espacios que están dominados por megabandas criminales, muchas veces prefieren esa gobernanza criminal, que la gobernanza de la policía, eso es muy grave, que la sociedad se acostumbre a ser gobernada por los criminales y crean que no tienen opción”, puntualizo.
Por: Agencias / Foto: Cortesía