Ante la brecha que supera los 7 bolívares entre la tasa oficial del dólar, fijada por el Banco Central de Venezuela, y la tasa paralela, la profesora universitaria del IESA, Marielena Alvarado, señaló que el mercado ha vuelto a percibirse como en junio de 2019.
«Cuando la brecha era imperceptible, se vio un aumento de las transacciones comerciales en divisas, había una relación de un 70 en divisas y 30 en bolívares y ahora se invirtió esa proporcionalidad con una relación de 60 en bolívares y 40 en divisas», detalló Alvarado.
Esta inestabilidad cambiaria ha generado complicaciones en la planificación financiera de las empresas, con una reducción de las transacciones de divisas y limitando su capacidad para ofrecer salarios competitivos.
Recordó, en entrevista con Shirley Varngay, que muchas de las empresas del país incorporaron parte del sueldo en divisas, «para hacer más atractivo sus paquetes salariales para sus talentos», pero ahora se enfrentan a la dificultad de la disminución de transaccionalidad, por lo que estas bonificaciones o salarios en el sector privado se han trasladado al pago de la misma cantidad, pero en bolívares.
Sin embargo, las empresas han implementado planes de bonificaciones o beneficios para que el trabajador no pierda el poder de compra de productos y servicios, o de divisas para resguardar el dinero.
Por: Agencias / Foto: Cortesía