martes, septiembre 3

Gerson Murillo: Un zuliano sinónimo de fe, esperanza y cambio

Bajo el inclemente sol zuliano, el señor Gerson de igual manera sale en su bicicleta – silla, la cual maneja con total seguridad, esquivando autos, con los termos de café a un lado, trabajando, sonriendo, bendiciendo, emanando energía positiva, siendo un ejemplo a seguir. Porque lo es, es un zuliano resiliente, un trabajador excepcional y en general un ser humano digno de admiración.

En La Concepción, una localidad zuliana habitada por personas trabajadoras que día a día luchan para seguir adelante, Gerson es ícono, un ejemplo para todos, sinónimo de esperanza, fe y ganas de mantenerse activos, pese a todos los obstáculos, incluyendo su discapacidad. Comentan algunos de sus vecinos.

Desde muy temprano sale a vender café en su silla de ruedas, o como la llama él “su transporte”, la cual lo acompaña siempre, y gracias a esta puede trasladarse por todo el centro de La Concepción, una zona comercial donde es muy conocido, apreciado y apoyado.

Relató en una entrevista para Foco Informativo, que a los 36 años, a causa de una bacteria que llegó a su cuerpo mientras trabajaba en un pulilavado, inició un proceso que lo dejó sin sus extremidades inferiores y las superiores también resultaron afectadas. “Es fuerte, perder un miembro hoy, mañana otro y así sucesivamente”, dijo con un ápice de tristeza al recordar lo vivido en el transcurso de 16 años.

Sí, 16 años en los que pensó en rendirse, en las que las ganas de vivir se marchaban como su sonrisa se apagó, pero la luz siempre aparece ante la más abrumadora oscuridad y esa luz no tardó en hacer acto de presencia.

«Dios me levantó y me guió por un camino diferente»

El cafesero de La Concepción nació en Maracaibo, pero tiene toda una vida habitando en el municipio Jesús Enrique Lossada. El señor Gerson desde niño aprendió lo que significa trabajar para poder sobrevivir, enfrentó desafíos y los pudo vencer con la ayuda de Dios, quien según sus propias palabras ha sido pilar fundamental en la transformación positiva de su manera de pensar.

El señor Gerson es un fiel creyente de Dios, pertenece a la religión cristiano evangélico, comunidad que es un gran soporte en su vida, así como protección incondicional. “Soy cristiano, llevo la palabra a donde Dios me envíe y a donde él quiera que yo vaya allá voy” aseguró con alegría y orgullo.

“Yo estuve tres veces a punto de quitarme la vida… pero hoy en día es diferente, estoy contento, sonrío, para que otros se reflejen en mí y vean las cosas de forma diferente” expresó.

La gangrena no lo venció

Lo que empezó a consumir su salud fue una afección grave llamada gangrena, la cual se basa en la muerte de tejido corporal como consecuencia de la falta de irrigación sanguínea, o a una infección bacteriana grave.

Por lo general, la gangrena afecta los brazos y las piernas, incluso los dedos, también puede ocurrir en los músculos y en los órganos internos, como la vesícula biliar.

El tratamiento para la gangrena puede incluir antibióticos, oxigenoterapia y cirugías para restaurar el flujo de sangre y extraer el tejido muerto.

El señor Gerson actualmente se encuentra recibiendo tratamiento, la bacteria sigue asechando, pero él no le teme, todo lo contrario, la enfrenta con la mejor arma que puede poseer: la esperanza, las ganas de seguir adelante.

Añadió que creció en el seno de una familia de bajos recursos económicos, pero que siempre sus padres anteponían los valores, el respeto como base fundamental. “Me enseñaron a trabajar, respetar lo ajeno y siempre avanzar, no quedarme”, resaltó.

Agente de cambio

Asimismo, con entusiasmo quiso darle un mensaje a la sociedad, uno breve, pero cargado de las mejores vibras y deseos de ser agente de cambio.

“Hay que salir a hacer algo por nosotros mismos, que nos queramos primeramente a nosotros para poder querer a los demás, porque no es fácil, pero tenemos que hacer el cambio… El cambio comienza por nosotros” enfatizó.

Él no se rindió y no piensa hacerlo, al contrario, vive cada día como si fuera el último. Así que ya sabes, si vas a la Concepción, no dejes de comprarle el delicioso café que vende el pastor Gerson.

Por: Yorgelis Labarca / Fotos: Yamileidys Soturno