Un equipo internacional de investigadores en el que participa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) detectó que en el exoplaneta WASP-39b, a unos 700 años luz de la Tierra, las tardes alcanzan una temperatura de 800 grados centígrados, 200 más que en las mañanas, y los vientos llegan a los 6.000 kilómetros por hora.
El hallazgo fue posible gracias a las observaciones realizadas con el telescopio espacial James Webb (JWST) que revelaron diferencias de temperatura y presión atmosférica, así como indicios de distinta nubosidad y de vientos que pueden alcanzar la citada intensidad, según indicó el Instituto de Astrofísica de Canarias (en el archipiélago atlántico español) en una nota, reseñó EFE.
Los resultados se publicaron este lunes en la revista Nature, en la que se precisa que WASP-39 b es un planeta gigante, con un diámetro 1,3 veces superior al de Júpiter, pero con una masa similar a la de Saturno, y que orbita alrededor de una estrella situada a unos 700 años luz de la Tierra.
Vinculado a su estrella madre por fuerzas de marea
El exoplaneta está vinculado a su estrella madre por fuerzas de marea, como la Luna a la Tierra, lo que significa que tiene una cara diurna y otra nocturna constantes: un lado del planeta está siempre expuesto a su estrella, mientras que el otro permanece a oscuras.
Gracias al espectrógrafo NIRSpec (Near-Infrared Spectograph) del JWST, el equipo científico analizó el espectro de transmisión de WASP-39 b y estudió el denominado terminador o línea de transición entre la parte iluminada y la parte en sombra del planeta.
Un espectro de transmisión se obtiene al comparar la luz estelar filtrada a través de la atmósfera de un planeta a medida que se desplaza frente a la estrella, con la luz estelar no filtrada detectada cuando el planeta se encuentra junto a la estrella.
Al hacer esa comparación, los investigadores pueden obtener información sobre la temperatura, la composición y otras propiedades de la atmósfera del planeta.
«WASP-39 b se ha convertido en una especie de planeta de referencia para estudiar la atmósfera de los exoplanetas con JWST», explica Néstor Espinoza, investigador del Space Telescope Science Institute (STScI9) y autor principal del estudio.
Y esto se debe a que tiene una atmósfera extendida, por lo que la señal procedente de la luz estelar filtrada a través de la atmósfera del planeta «es bastante intensa», añade.
El equipo obtuvo dos espectros diferentes de la región del terminador, uno centrado en el terminador “matutino” y otro en el “vespertino”, y en el estudio se confirmó que la tarde es significativamente más caliente, con temperaturas que rondan los 800 grados Celsius, y la mañana más fría, con valores que se sitúan en torno a los 600 grados Celsius.
La sensibilidad del telescopio JWST
«Es realmente asombroso que seamos capaces de distinguir esta pequeña diferencia, y esto es solo posible gracias a la sensibilidad del telescopio JWST en las longitudes de onda del infrarrojo cercano y a sus sensores fotométricos extremadamente estables», comenta Espinoza.
También detalla el investigador que cualquier pequeño movimiento durante la obtención de los datos «habría limitado gravemente nuestra capacidad para realizar esta detección, que debe ser extraordinariamente precisa, y Webb lo hace posible».
Los datos obtenidos permitieron al equipo estudiar la estructura de la atmósfera de WASP-39 b, la cobertura de nubes, y averiguar por qué el atardecer es más cálido.
Utilizando modelos de circulación general tridimensionales, similares a los utilizados para predecir los patrones meteorológicos en la Tierra, los investigadores descubrieron que en WASP-39 b el lado matutino es azotado por vientos que se han enfriado en el lado nocturno, mientras que el lado del atardecer es golpeado por el aire calentado en el lado diurno.
Este marcado contraste entre temperaturas deriva en una notable diferencia de presión atmosférica, lo que origina vientos intensos.
También hallaron indicios de una nubosidad diferente, y probablemente la mañana es más nubosa que la tarde, por lo que futuros trabajos del equipo estudiarán cómo la cobertura de nubes puede afectar a la temperatura y viceversa.
Por Agencia.