El psicólogo y director del Observatorio de Empleabilidad y Procesos Informativos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Gabriel Wald, precisó que prácticamente la mitad de la fuerza laboral de Venezuela trabaja «por cuenta propia».
En ese sentido, destacó que la cifras que tienen son hasta finales del año 2023, «ahí se puede apreciar que la fuerza laboral por encima de 15 años, el 52 % está ocupada (sea formal o no)», reseñó Banca y Negocios.
Comentó que el ingreso promedio del sector privado está en US$ 170 al mes, mientras que el 95 % del salario público es por concepto de bonificaciones.
«Un país que por un lado no tiene unos niveles importantes de empleo y quienes tienen algún tipo de relación estable con un empleador público o privado, realmente, percibe un ingreso promedio que no les alcanza ni siquiera para la cuarta parte de la Canasta Básica», añadió.
Venezuela es bastante flexible
Wald señaló que hay un debate mundial en cuanto a la edad y las capacidades que tienen las personas para ser útil profesionalmente.
«Creo que en Venezuela somos bastantes flexibles, en general, donde no hay demasiados estereotipos. Ahora bien, ciertamente se está volviendo cada vez más necesario que los profesionales y no profesionales se hagan de herramientas tecnológicas para ser más atractivos laboralmente», dijo.
Manifestó que el venezolano está enfrentando desde hace un tiempo «una paradoja que es dolorosa, que a nosotros nos enseñaron la importancia de una estabilidad, sin embargo, tenemos reportes de empresas reconocidas en Venezuela donde los empleados optan por renunciar para trabajar por cuenta propia».
«Eso genera un desequilibrio emocional, en el cual las personas tienen que decidir entre ganar poco o estar por cuenta propia y no tener estabilidad laboral», sumó.
El también psicólogo apuntó que si bien en la solicitud de empleos puede haber muchas exigencias en cuanto a experiencias, «el empleador está más atento a qué es lo que el joven puede hacer».
Expresó en VPI sobre las nuevas generaciones que ciertamente se adaptan rápidamente a los entornos digitales, «pero el tema está en hacer una agenda en papel».
«Les hicimos pensar que el mundo era de ellos y pareciera que hay una tendencia, en general, de no tener que seguir instrucciones», enfatizó.
Por Agencia