El pasado domingo 26 de mayo, un terrible accidente se registró en el kilómetro 7 de la autopista Ramiro Prialé en Lurigancho-Chósica, en Lima, Perú. Cerca de las 7 y 30 de la mañana una camioneta embistió una moto donde viajaba una pareja.
Producto del impacto, la moto y sus ocupantes habrían salido disparados a 20 metros de distancia, lo que ocasionó que el conductor de la moto falleciera en el impacto y su pareja quedará gravemente herida, ingresando a la UCI del Hospital Ate Vitarte de la localidad.
Testigos aseguran que el conductor de la camioneta estaba bajo los efectos del alcohol y muchos lo vieron bebiendo botellas de agua, antes de someterse al alcoholímetro.
El desafortunado joven que conducía la moto quedó identificado como Anderson Enrique Beltrán Chaparro, de 34 años de edad, venezolano, oriundo de San Cristóbal, estado Táchira. Su pareja, Margarita Tello, peruana, se encuentra en estado crítico debido a las heridas causadas durante el accidente.
Otro tachirense
Anderson residía en La Concordia, municipio San Cristóbal, específicamente en el sector Las Margaritas, donde le acompañaba su madre y su hermana. Se graduó en el IUT en Ingeniería Electrónica, pero nunca pudo ejercer su profesión.
Hace 7 años, la situación se agudizó y decidió migrar. Anderson se fue a Lima, Perú y allí se estableció, conoció a su esposa y trabajaba en un puesto de comida rápida.
En el año 2021, muere su madre en San Cristóbal y desde entonces pensaba en regresar. Incluso hace unos había confesado al amigo de su infancia, Juan Carlos Henao, que estaba preparado para regresar, porque ya no quería estar más en Perú, indica la nota de La Nación.
Henao conocía a Anderson desde hace muchos años, además de ser vecinos, estudiaron juntos y compartían una bonita amistad.
En Perú, Anderson estaba solo, tenía a su esposa pero a ningún miembro de su familia, por ello su anhelo de regresar a su tierra. «Anderson me había dicho que la xenofobia era muy fuerte en Perú, ya no querían contratar al venezolano, por eso quería regresar, y lamentablemente no lo hizo a tiempo».
El cuerpo de Anderson se encuentra desde el domingo en la morgue general de Lima, Perú, esperando por las gestiones que ya iniciaron sus familiares y allegados. Su hermana y su sobrina son quienes se encuentran al frente de los trámites, y para nadie es un secreto los altos costos de la repatriación.
“¡Que vuelva a casa!”
Juan Carlos asegura que se ha mantenido atento a lo que sucede en Perú, algunos de sus contactos le han enviado presupuestos de cuánto podría salir la repatriación, “porque la idea es traerlo a casa”. Los presupuestos de repatriación alcanzan los 3.200 dólares hasta Cúcuta.
Quienes conocieron a Anderson Beltrán saben de su humildad y de su espíritu de trabajo y son quienes se encuentran hoy día ayudando con el proceso de repatriación, y están solicitando a la población el apoyo con cualquier granito de arena para poder repatriar a Anderson a su tierra natal.
Juan Carlos recordó que este jueves 30 de mayo, Anderson estaría de cumpleaños: «Mi amigo estaría cumpliendo sus 35 años, es muy triste lo sucedido, recuerdo a Anderson con mucho cariño y me hubiese gustado verlo regresar».
Por: Agencia