Las autoridades francesas expulsaron este miércoles a cientos de migrantes de una fábrica abandonada que ocupaban en un suburbio al sur de París, a 100 días de los Juegos Olímpicos, y los instaron a irse en autobús a otras partes de Francia.
Las asociaciones benéficas acusaron a las autoridades de querer echar de la capital francesa a todas las personas sin hogar, para que París luzca más hermosa durante los Juegos Olímpicos, del 26 de julio al 11 de agosto.
En la fábrica, situada en Vitry-sur-Seine, vivían hasta 450 personas migrantes, la mayoría de ellas con documentos pero a la espera de que les asignaran un alojamiento social, según indicaron varias oenegés que visitaron el lugar para ayudarles.
Varios de ellos se fueron del edificio a principios de esta semana, cuando las autoridades anunciaron que iban a proceder a la expulsión.
Las alrededor de 300 personas que quedaban en el inmueble metieron sus pertenencias en bolsas y maletas y este miércoles por la mañana lo abandonaron, custodiados por la policía, sin incidentes.
La mayoría eran hombres jóvenes pero también había madres con niños pequeños entre la multitud.
Con sus documentos en fundas de plástico, fueron pasando ante los funcionarios de inmigración, que les explicaron su situación.
Afuera, varios autobuses les esperaban para llevarlos a otras ciudades como Orleans, en el centro del país, o Burdeos, en el suroeste.
Sin embargo, muchos afirmaron que no querían irse la región de París.
«Quiero quedarme aquí«, dijo Abakar, un sudanés de 29 años que no quiso dar su apellido.
Según explicó, se encontraba en París para asistir a un curso sobre logística y le habían prometido un puesto de trabajo en un supermercado.
«Sabe, Francia no es solo París. Burdeos es bonito, hace más calor que aquí«, le dijo.
Pero también él pretendía permanecer cerca de la capital.
Para los que desearan quedarse en la región parisina, las autoridades habían preparado un programa para encontrarles alojamiento.
Por: Agencia