Según Roy Arias Cruz, coordinador de fronteras delServicio Jesuita para Migrantes de Costa Rica y responsable de la Casa Arrupe, las políticas migratorias impulsadas por Estados Unidos con el fin de contener el flujo migratorio están aumentando la vulnerabilidad de los migrantes frente a los grupos delictivos.
Arias explicó en el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias que, a pesar de que se dice que las medidas buscan aumentar la seguridad, las acciones del Estado, ya sea reprimiendo u obligando a las personas a buscar rutas alternativas, o el omitir la protección de sus derechos humanos, tienen como resultado que las redes de coyotes tengan más control y que las personas tengan que sufrir más explotación por la ruta de Centroamérica y México.
En cuanto al contexto electoral en Estados Unidos, el coordinador de fronteras del Servicio Jesuita para Migrantes de Costa Rica ve con preocupación el aumento de los discursos xenófobos provenientes de diversos actores políticos, con el fin de obtener votos y avanzar en la agenda política.
“La tendencia indica que va a ser mayor el crecimiento en la movilidad humana”, expresó.
En este sentido, destacó la necesidad de impulsar una respuesta humanitaria digna, justa y cercana que respete los derechos humanos de todos.
Migración transcontinental
El número de personas que atraviesan el corredor migratorio centroamericano experimentó un aumento exponencial en comparación con el año anterior y la migración venezolana sigue siendo la más numerosa, seguido de la de ecuatorianos.
La de colombianos y haitianos también va en alza, señaló Arias.
Aparte de la migración latinoamericana y caribeña, la experta indicó que se observa un crecimiento significativo en la migración transcontinental, especialmente de africanos y asiáticos.
Se estima que al menos 40 países africanos cruzan diariamente esta frontera, mientras que la inmigración proveniente de Asia, en particular de China continental, está en incremento. En total, al menos 90 nacionalidades diferentes pasan por esta ruta.
“Tenemos un desafío inmenso en cuanto a esa diversidad y a la atención que hay que dar de manera diferenciada por género, tipo de cultura y país de origen. Este corredor migratorio hoy en día es un espacio de tránsito global y es allí donde tenemos que poner la mira y tratar de visibilizar a los diferentes grupos, haciendo un trabajo muy humanitario”, declaró.
Pese a los esfuerzos desde Centroamérica, con reuniones entre autoridades migratorias de Costa Rica y Panamá, para garantizar un tránsito migratorio ordenado y condiciones más seguras, Arias considera que las acciones humanitarias son insuficientes, los encuentros son limitados y a menudo resultan en medidas más coercitivas y restrictivas.
Por Agencia.