domingo, noviembre 24

Bayer Leverkusen sigue sin freno hacia el título

Bayer Leverkusen sigue contando sus partidos por victorias y, este domingo, extendió su invicto en la temporada a 38 duelos al superar 2-3 al Friburgo.

La Bundesliga cada día está más cerca del conjunto que dirige Xabi Alonso, quien continúa soñando con el triplete: liga, copa y Europa League, detalla EFE.

Con autoridad, aunque con cierto sufrimiento en el tramo final por la estrechez en el marcador, Bayer Leverkusen no sintió presión alguna a pesar de la victoria del Bayer Múnich el sábado que recortaba la distancia en la carrera por el liderato.

Una victoria más, en Friburgo, y otra vez diez puntos de margen a falta de ocho partidos para el cierre de la competición.

Alonso huele el título.Tras el susto continental al que le sometió tanto en la ida como en la vuelta el Qarabag de Azerbaiyán, ante el que tuvo que acelerar en el tramo final de cada partido para evitar la derrota, inició el reencuentro con la bundesliga con autoridad y a los dos minutos ya se puso por delante con el gol de Florian Wirtz tras recibir un balón del español Alex Grimaldo. Impone un ritmo alto en cada partido el Bayer Leverkusen y a su rival le cuesta seguirle.

Sin embargo, el Friburgo lo logró al principio. Respondió, y a los diez minutos consiguió igualar el partido. Lo hizo con un estupendo tanto. Un pase de Lucas Holer que recogió el japonés Ritsu Doan, que tiró por el ángulo corto y batió a Lukas Hradecky.

En cualquier situación sigue a lo suyo el cuadro de Alonso, trabajado, mecanizado, de memoria. Y con talento en su ataque.

Por derribo encontró el 1-2, a cinco del descanso, tras una serie de rechaces, un disparo de Patrick Schick que salvó el meta pero atento, para el rebote, estaba Adam Hlozek que no falló. Marcó de cerca.

No cambió el panorama al inicio de la segunda parte y ensanchó su ventaja en el 53. En una transición rápida, un pase desde la derecha de Jeremie Frimpong que, de primeras, remató Schick.

Se envenenó el toque del checo y el balón se introdujo en la escuadra derecha de la portería de Noah Atubolu.

El partido se abrió. Cualquiera pudo marcar. Movió el banquillo sin disimulo Christian Streich que de una tacada cambió tres hombres de ataque.

Acortó distancias y metió el miedo en el cuerpo visitante cuando Yannik Keitel firmó el segundo del Friburgo en una jugada embarullada.

Aun así, y cuando el cuadro local apostaba por el empate, pudo llegar el cuarto con un disparo al palo de Florian Wirtz. Se salvó el Friburgo de un daño mayor ya sin tiempo para sumar algo en la visita del líder.

Por: Agencias / Foto: Coresía