El superior provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, padre Alfredo Infante, lideró la misa para dar gracias al Dios de la vida por los 69 años de Fe y Alegría, movimiento de educación popular y promoción social cuya semilla fue sembrada por el padre José María Vélaz, Patricia García, Abraham Reyes y otros tantos hombres y mujeres de buena voluntad el 5 de marzo de 1955 en un barrio de la ya empobrecida Caracas.
El escenario no pudo ser mejor. Enclavado en el centro de la capital venezolana y donde la mayoría de los poderes públicos tiene sus nichos de principal influencia en la marcha del país, el templo de San Francisco sirvió de lugar de acogida para los directivos, estudiantes, maestros, obreros de algunos centros de Fe y Alegría, quienes junto a los concelebrantes, entre ellos el padre José Gregorio Terán, director general de Fe y Alegría Venezuela, vibraron con el ambiente de fiesta y gratitud reinante.
Infante comenzó la eucaristía afirmando que Fe y Alegría cumple 69 años de camino con muchos motivos para celebrar, pero reconociendo que el Movimiento lo hace en medio de un complejo ambiente de adversidad.
En esa línea, asintió en sostener que parte de ese contexto plagado de adversidades se caracteriza porque la educación venezolana “se encuentra en terapia intensiva”.
Y recurriendo a parte de las lecturas compartidas en el segmento inicial de la misa, el jesuita clamó como lo hizo el profeta de los tiempos del antiguo testamento: “sálvanos Señor, porque tú eres misericordioso”.
Refirió que similar a una época llena de dificultades del pueblo de Israel, hoy en día la mayoría de los ciudadanos viven tiempos de gran desolación y en los cuales muchos pueden estar resignados a vivir de esa manera. También destacó que otros han crecido dignamente apartando el manto de la oscuridad y del pesimismo.
Fe y Alegría cumple 69 años y sigue apostando por la educación
En una interpretación teológica, Infante aprovechó este momento de la reflexión para animar a los presentes, a los oyentes que seguían la trasmisión de la red nacional de Radio Fe y Alegría Noticias, y a todos quienes se siguen entregando al Movimiento, al recordar que Dios siempre es fiel con la alianza que tiene con su pueblo.
Y agregó que tener memoria de las adversidades y en medio de ellas la presencia de Dios, no es un signo de nostalgia, de melancolía, de añoranza, sino de tener “una memoria agradecida”.
Por eso, afirmó que Fe y Alegría nació como un acto de fe desde el gesto fundacional de Abraham, de Patricia, de José María Vélaz, de religiosas, estudiantes universitarios y otros tantos y tantas que siguen haciendo de este servicio educativo y comunicacional “un sueño que sigue encendido”.
En ese sentido, ratificó que Fe y Alegría en sus 69 años sigue apostando por la educación como proceso para construir país para transformar personas, vidas, para salir de la pobreza, añadiendo que sin educación de calidad no habrá país.
Finalmente, el superior de los jesuitas en Venezuela rememoró frases inspiradoras desde el momento fundacional, tales como este es un fuego que enciende otro fuego y una del también jesuita Epifanio Labrador: “van al barrio con Fe y regresan con Alegría, con gozo”.
Un educación para alimentar la esperanza
La misa culminó con palabras de agradecimiento del padre Daniel Villanueva, coordinador de la Federación Internacional de Fe y Alegría, de gira por Venezuela desde hace varios días.
Dijo que solo tenía motivos de alegría y de dar a gracias a Dios por estar presente en este aniversario. Anunció que esta fiesta también se replica en los otros 21 países donde está anidada Fe y Alegría y agradeció el trabajo y la entrega de miles de compañeros y compañeras que siguen forjando una educación “para alimentar la esperanza, por devolver dignidades”.
Por Agencia.