El papa Francisco volvió a asomarse a la ventana del Palacio Apostólico para el rezo del Ángelus, tras sus últimos problemas respiratorios, y aprovechó la ocasión para pedir la paz en Ucrania, Oriente Medio y en el mundo.
«Queridos hermanos y hermanas, buenos días y buena fiesta», proclamó el pontífice argentino ante cientos de fieles que le escuchaban en la plaza de San Pedro, con la voz aún algo fatigada.
Una «inflamación pulmonar» le había obligado las últimas semanas a presidir el rezo del Ángelus desde su residencia vaticana, la Casa Santa Marta, y no desde la tradicional ventana, y a encargar la lectura de sus discursos a un colaborador.
Ya ayer jueves pudo pronunciar los discursos que tenía previstos en diferentes audiencias sin ayuda, en una vuelta a la normalidad tras la bronquitis que ha padecido.
Por Agencia