La más reciente investigación mensual del Monitoreo de Servicios Básicos del Observatorio de Gasto Público de Cedice Libertad -OGP- detectó que ocho de cada 10 venezolanos consideran que el servicio eléctrico es inestable y reportan que al menos cinco veces por día se registra una falla o bajón en la intensidad eléctrica.
El estudio, coordinado por el investigador del OGP, Raúl Córdoba, se desarrolló con datos recaudados en el mes de julio, obtenidos de 12 Monitores distribuidos en toda Venezuela, así como encuestas a 2.300 ciudadanos y la revisión de información en 25 medios de comunicación digitales, además de tres redes sociales en simultáneo.
La encuesta del OGP señala que 60 % de los apagones reportados se extendieron por más de 40 minutos. De esos, el 28 % se extendió por más de dos horas. El 19 % de los encuestados en julio asegura que al menos un electrodoméstico se averió como consecuencia de los apagones. Solo el 2 % tiene confianza en que la actual administración de la estatal eléctrica logre solventar los inconvenientes en el servicio.
Gas y agua también fallan
La investigación señala que el parque de bombonas está obsoleto y sólo 2 de cada 10 bombonas tiene nuevo diseño y tecnología. Uno de los principales problemas que enfrenta el 30 % de la población que necesita gas en dispositivos portátiles es el proceso de llenado. Este es, según el 60 % de los encuestados, inestable e incierto.
En el interior de Venezuela, el tiempo de espera del rellenado de las bombonas oscila entre tres y cinco semanas, de acuerdo con el testimonio de 67 % de los entrevistados. El reemplazo usualmente requiere mediodía de tiempo de espera para ejecutarlo.
El 71 % de los consultados expuso que ha utilizado cocinas eléctricas o de leña para hacer la comida, ante la ausencia de un esquema de llenado de bombonas eficiente. 65 % de los ciudadanos han optado por pagar tarifas extra a los llenadores para obtener preferencias en el suministro.
Sobre el agua y saneamiento, el reporte de Cedice Libertad da cuenta de que en julio 84 % de los entrevistados señalaron que el esquema de racionamiento del servicio fue incumplido, reduciendo uno o dos días el suministro.
62 % de los encuestados destacó que tras las lluvias, el agua suele llegar más contaminada y sucia, “lo que da cuenta del mal estado de las plantas de tratamiento”, señala el informe del OGP.
El 54 % de los ciudadanos desconfía sobre la calidad del agua que llega a través de tuberías. Sienten que si la consumen sin previo tratamiento puede generar enfermedades.
Por: Agencia