El interés por cremar los cuerpos de los fallecidos se vio acelerado con la llegada de la pandemia por temas de salud, elevando las estadísticas a la fecha que de 10 fallecimientos pasan pasan por los hornos de cremación.
Así lo informó Damiana Villalobos, directora nacional de la Cámara Nacional de Empresas Funerarias y Cementerios y directora regional de la agrupación, en entrevista ofrecida a Foco Informativo donde reveló que ante la demanda en la zona metropolitana ahora son cuatro los lugares en Maracaibo donde se complementa el servicio funerario.
Villalobos expuso que, aunque la cremación en la pandemia la preferencia se debió principalmente al tema sanitario, ahora los familiares toman la decisión por temas económicos ya que el costo de un servicio de este tipo se ubica entre unos 200 y 220 dólares, cuando la inhumación tradicional puede elevar el precio hasta 800 dólares en los cementerios privados costos asociados a la construcción de bóvedas, pago de mano de obra, entre otros.
Señala la entrevistada que la transición a la forma de la disposición final del fallecido fue un poco difícil debido principalmente por el arraigo cultural – religioso de la población y eso, a su vez, permite mantener el servicio funerario previo, es decir, la velación, porque forma parte del acervo cultural del venezolano.
“Hemos visto un incremento en el uso del servicio funerario tal como lo veníamos haciendo desde antes de la pandemia: venimos a sala, tomamos el café, conversamos y recordamos a la persona que falleció y presentamos nuestras condolencias. El zuliano es respetuoso de esas costumbres”, asegura.
Que se había dejado a un lado en la pandemia no por el propio fallecido sino para prevenir la reunión de personas, que era una de las normas para evitar la propagación del COVID-19.
Hace énfasis Villalobos que entre más cercano a la ciudad se encuentre el fallecido la decisión de cremar al deudo se incrementa. Es decir, las condiciones de ciudad elevan el interés por cumplir con este proceso.
Refiere que por ello es más común aplicar estos procedimientos en las zonas metropolitanas que en el caso del Zulia se concentra en Maracaibo, San Francisco, Jesús Enrique Lossada, Cabimas y Lagunillas, principalmente.
Excluye al municipio Mara, que por su alta población indígena wayuu prefieren la inhumación para mantener sus ritos pasado el tiempo.
Mientras que en los otros municipios los trámites por el pago de cementerio y la cercanía, mantiene la costumbre de los entierros.
La proliferación de nichos
Este incremento del uso del servicio de cremación ha generado a la par otro servicio para los familiares. Se trata de la instalación de nichos para que reposen las cenizas en las urnas decorativas.
Hasta los momentos es un servicio que se ofrece en algunas iglesias principalmente, aunque muchas veces los familiares deciden mantenerlos en sus hogares.
Villalobos indica que en la actualidad se pueden encontrar estos nichos en las iglesias San Alfonzo, Padre Claret, Las Mercedes, Perpetuo Socorro, San Juan de San Francisco, entre otros.
Sitios dónde se aplica la cremación
Expuso que ante el cada vez más solicitado servicio de cremación en Zulia se requiere una mayor oferta para atender a quienes lo requieren.
Señala Damiana Villalobos, quien es gerente de la Funeraria Zulia, que el primer incinerador estuvo en el cementerio Jardines La Chinita, que luego pasó a llamarse Jardines del Sur, la cual sobrellevó el peso de enfrentar la tradición de los entierros.
Fue el pionero en la zona metropolitana de Maracaibo y luego se estableció otro en el cementerio de La Concepción.
Los más recientes se ubican el sector Los Dulces – vía a Perijá- y el cuarto en la zona industrial de San Francisco que limita con la de Maracaibo.
Reseña que el servicio se presta a quien lo solicite a través de la empresa funeraria que atienda el momento de la defunción.
Señala que los crematorios han tratado de minimizar la informalidad del servicio al establecer que sean las funerarias quien canalice la contratación del servicio, debido a que en la época especial que rigió por el COVID-19, algunas personas que tenían una camioneta se paraban frente a un hospital, ofertaban el trabajo en la lucha de precios, colocaban el cuerpo en una plancha y luego lo llevan directo al lugar.
Ahora que bajó el volumen de fallecidos por la enfermedad se puede controlar ya que las personas pueden acceder a las funerarias sin estar presionadas por el factor tiempo que daban para hacer la disposición final del cuerpo.
En este caso estableció que los directores de hospitales deberían hacer una supervisión de quienes realizan el trabajo de captación de los servicios funerarios.
Aclaró que según el registro de la Cámara Zuliana de Servicios Funerarios y Cementerios existen inscritas 25 empresas formales que tienen su local para cumplir con el rito de la velación.
Existen otras 35 funerarias que no están debidamente formalizadas y que prestan sus servicios a domicilio en Maracaibo y San Francisco.
La idea es que la dirección de cementerios de la Alcaldía de Maracaibo solicite a quienes llegan con los cuerpos, la inscripción del Registro Único de Funerarias que también ayudaría a depurar a quienes se dedican a ofrecer los trámites de manera informal.
Por: Edgar Bolívar / Fotos: Lizaura Noriega