Los líderes de Japón y Corea del Sur, Fumio Kishida y Yoon Suk-yeol, partirán hoy hacia Estados Unidos para celebrar una cumbre trilateral con su homólogo de ese país, Joe Biden, en la que se abordarán las tensiones con Corea del Norte y se discutirá la celebración de reuniones anuales de este tipo.
Kishida y Yoon se reunirán con Biden este viernes en Camp David, en lo que supondrá la primera cita entre mandatarios de estos países que no se celebra en los márgenes de otra cumbre multilateral -ocasiones en las que sí se han visto estos líderes en los últimos meses-, según destacaron fuentes del Ministerio nipón de Exteriores.
El primer ministro japonés y el presidente surcoreano son también los primeros mandatarios extranjeros en ser invitados a la residencia campestre presidencial ubicada en el estado de Maryland, vecino a Washington, desde la llegada al poder de Biden, lo que según las citadas fuentes subraya la buena salud de las relaciones trilaterales.
Blindar la cooperación a tres bandas
La cita llega tras el reciente acercamiento entre Tokio y Seúl, aliados de peso de Washington en Asia-Pacífico, tras años de tiranteces, y auspiciado por la visita de Yoon a la capital nipona para reunirse con Kishida el pasado marzo, el primer viaje de este tipo de un mandatario surcoreano en 12 años.
Los tres países buscan reforzar sus relaciones en un momento marcado por la escalada armamentística en la península de Corea y el auge militar de China en el Pacífico, lo que a su vez ha deparado tensiones crecientes tanto entre Pekín y Washington como entre el gigante asiático y Tokio, detalla EFE.
El principal objetivo de la cumbre será agilizar la coordinación para responder a los desafíos que representan Corea del Norte y China, y también para mantener y reforzar un orden internacional basado en las normas, según las citadas fuentes de Exteriores.
Para ello, los mandatarios buscan «institucionalizar» esta cooperación más allá de los futuros cambios de Gobierno en cada país mediante la celebración de cumbres trilaterales anuales, lo que quedará definido en dos declaraciones conjuntas que los líderes tienen previsto adoptar, señalaron por su parte fuentes de Seúl.
Se espera también que los documentos subrayen la cooperación en temas puntuales como los avances de Pionyang en su programa de misiles, ciberseguridad y seguridad económica.
Está por ver si en este último punto se mencionará expresamente a Pekín, ya que en este asunto han divergido las posturas de los tres países. Washington restringe las exportaciones a China de materiales y equipamiento para semiconductores, una medida a la que se ha sumado Tokio, pero para la que Seúl ha logrado excepciones.
Medidas de colaboración militar
Los líderes discutirán asimismo medidas militares concretas que pueden interpretarse como demostraciones de fuerza ante una eventual crisis en Taiwán o en la península coreana, entre ellas la celebración de ejercicios regulares antisubmarinos o de sistemas antimisiles.
En la misma línea, abordarán los progresos para implementar el acuerdo alcanzado el pasado junio para compartir información de radar en tiempo real para interceptar misiles, con el fin de incrementar su reacción de defensa ante potenciales ataques, especialmente de Corea del Norte.
Al margen de la reunión trilateral del viernes, Kishida y Yoon tienen previsto celebrar el mismo día reuniones cara a cara por separado con Biden, y un encuentro entre ambos.
De la reunión entre Kishida y Biden podría salir también un acuerdo para desarrollar de forma conjunta un nuevo sistema antimisiles dirigido a interceptar proyectiles hipersónicos ante los avances de China, Rusia y Corea del Norte en este campo, según adelantaron los medios japoneses.
El líder japonés aprovechará estas reuniones para explicar también a sus colegas el vertido inminente al Pacífico de toneladas de agua procedente de la accidentada central nuclear de Fukushima tras ser procesada para retirarle la mayor parte de los residuos radiactivos.
Esta medida ha recibido el visto bueno del Organismo Internacional de la Energía Atómica y del Ejecutivo de Yoon, aunque el principal partido opositor surcoreano mantiene un firme rechazo contra el vertido, al igual que Pekín y que algunos sectores de la sociedad nipona y de Corea del Sur.
Por: Agencias / Foto: Cortesía