El dolor colectivo por las víctimas venezolanas del accidente de autobús en Santander, Colombia, se concentró este miércoles frente a la Iglesia Inmaculada Concepción de Caja Seca, donde sus cuerpos fueron llevados para ofrecer una misa antes de ser sepultados.
La caravana mortuoria partió la mañana de ayer de la ciudad de Bucaramanga, y luego de realizar los trámites en la frontera, pasó a territorio nacional llegando a la población del municipio Sucre, del estado Zulia, en horas de la noche.
El primer ataúd que llegó a la zona fue el Norbelis de Jesús Monsalve Flores, pasadas las 5 de la tarde. Unas cuatro después llegó el resto del grupo de carros fúnebres acompañados de familiares que hicieron los trámites en Colombia.
Por la hora de arribo al pueblo surlaguense, se pospuso realizar las honras fúnebres por el eterno descanso de este grupo, el cual había partido con destino a los EEUU, para encontrar una mejor vida, pero la meta fue truncada cuando el expreso matriculado con el número 7619, de placas WEO-362, sufrió el accidente en el sector El Playón de Santander, se fue por un abismo.
En el hecho resultaron heridas más de 30 personas.
Los ataúdes contenía los cuerpos de Norbelis de Jesús Monsalve Flores, Argenis Junior Perozo Semprún, Ángel Segundo Torres Suárez, Jehyson Francisco Aguiar Simancas, la niña Diannys Krisbel Ocanto Zerpa (8) y Yordan Andrés Picón González.
Debido a la multitud de personas la misa fue realizada en el terreno conocido como Ganadera Santa María donde al culminar la eucaristía, fueron llevados a su última morada.
Por: Edgar Bolívar / Foto: Cortesía