Yuya Motomura, gerente de un salón de juegos de mesa en Japón, siempre había querido buscar una forma de demostrar su valía ante una sociedad que, según su sentimiento, lo despreciaba. La invasión rusa de Ucrania le dio la oportunidad que tanto esperaba.
Este hombre de 45 años es uno de los japoneses que se sumaron a los ucranianos que combaten la invasión rusa, pese a las advertencias de su gobierno y al principio nacional de pacifismo.
Las fuerzas armadas japonesas están constitucionalmente limitadas a tareas defensivas y no han combatido desde la Segunda Guerra Mundial.
Aun así, Motomura dice que se sintió cautivado por la idea de combatir en Ucrania cuando escuchó al presidente Volodimir Zelenski hablar de la defensa de su país.
«Siempre sentí que soy una persona más consciente socialmente de lo que otros piensan», declaró a AFP cuando se preparaba para salir de Japón a Ucrania.
«Luchando por Ucrania, puedo demostrarlo con algo más que palabras», agregó.
Motomura viajó inicialmente a Ucrania dos meses después de la invasión rusa con suministros para refugiados y desplazados.
Estaba decidido a encontrar un lugar entre los combatientes del país, y tras varias visitas, fue aceptado en la Legión de Georgia, que incluye a numerosos extranjeros.
Pero no es el primer japonés reclutado. Su admisión fue facilitada por un compatriota conocido como Haru-san, quien ha admitido ser parte de la yakuza, o mafia japonesa.
El comandante de la Legión de Georgia, Mamuka Mamulashvili, dijo a AFP que la unidad tiene a ocho japoneses entre sus soldados de 33 nacionalidades.
«Son muy motivados, muy disciplinados y dominan fácilmente el entrenamiento que reciben», indicó.
Inspiración
A diferencia de otros combatientes extranjeros que llegan a Ucrania con experiencia militar, los japoneses van como novatos.
Además, el gobierno japonés pidió, al igual que otros países, a sus ciudadanos que no viajen a Ucrania. Pero un grupo pequeño y decidido de japoneses ignoró el consejo.
El año pasado, Japón confirmó que un miembro de sus fuerzas armadas murió en combate en Ucrania.
Motomura dice que fue contactado por miembros de las Fuerzas de Autodefensa de Japón que apoyaron sus planes.
«Creo que mucha gente en este país se siente frustrada por las restricciones constitucionales», afirmó.
Motomura ya ayudó a reclutar a otros. El excocinero Kenjiro Miyamori dijo a AFP que se sintió inspirado por él a unirse a la legión.
«Estoy seguro de que hay muchos hombres en Ucrania que no quieren ir al frente, pero deben hacerlo por sus seres queridos», manifestó el hombre de 44 años por video desde Ucrania. «Quiero sustituir a alguno de ellos y luchar por su país».
«Sin valor»
Motomura admite que sus motivaciones están envueltas en circunstancias personales, incluida una infancia difícil.
«Dejé de ir a la escuela en cuarto grado», contó al recordar sus primeras memorias, de su madre sentada en un cabaret donde actuaba.
Ella desarrolló una enfermedad mental tras huir de su esposo abusivo, y el niño dejó la escuela para cuidarla, recordó Motomura.
Ahora administra un local donde los clientes practican el juego de mesa chino mahjong, duerme durante el día y permanece separado de sus dos hijos y la madre de ellos.
«Si tuviera dinero y este local estuviera bien, no iría», admitió mientras empacaba una chaqueta de camuflaje y chalecos. «Soy una persona sin valor en Japón, pero espero traer algo de vuelta de Ucrania».
Miyamori también cita su divorcio y la separación de su hijo de tres años como parte de su motivación para combatir.
«Creo que hay muchas personas como yo», indicó.
Los dos hombres llegaron en abril a Ucrania, pero son prudentes al hablar de la naturaleza exacta de su entrenamiento, señalando solo que incluye mucho correr y ejercicios.
Motomura dice no saber aun cuándo o si será enviado a combatir, pero no lamenta su decisión.
«La gente en Ucrania podrá sentirse animada por el hecho de que vine hasta aquí desde Japón», comentó en Kiev. «Estoy aquí en este país esperando ser útil. En ese sentido, ya me siento realizado».
Por: Agencias / Foto: Cortesía