«Hay que cambiar de marcha en materia de adaptación al cambio climático«, declaró Christophe Béchu, Ministro francés de Transición Ecológica, al presentar el plan a la prensa.
«Este plan se basa, por una parte, en la normalización y sistematización de las prácticas existentes y, por otra, en nuevas prácticas«, explicó.
«Los efectos del calentamiento climático ya se dejan sentir en Francia» y «un aumento de la frecuencia y de la intensidad de las olas de calor de aquí a 2050 es inevitable«, afirma el Ministerio de Transición Ecológica en su documento de presentación, subrayando que las olas de calor afectan a «todos los aspectos de nuestra economía y de nuestra vida cotidiana«, como la salud, el trabajo, la vida social y cultural, los recursos naturales, los bosques, etc.
Desde el año 2000, las olas de calor en Francia son cinco veces más frecuentes que antes de 1989, y serán dos veces más frecuentes dentro de 30 años. En este sentido, el año 2022 fue bastante emblemático de esta tendencia, con más de 1.500 récords locales de calor batidos, 33 días de ola de calor entre principios de junio y finales de agosto, y la ola de calor más precoz jamás registrada entre el 15 y el 19 de junio.
“Cosas que hay que hacer”
Para luchar contra la ola de calor, el Gobierno ha previsto una campaña dirigida al público en general, en la que se exponen las medidas que hay que tomar y los comportamientos que deben adoptarse en el hogar, así como las «cosas que hay que hacer» para evitar los ahogamientos en las piscinas y cuidar de los animales domésticos.
Se llevará a cabo una encuesta sobre los sitios frescos y las fuentes de los municipios, que se comunicará al público, y se enviarán mensajes de prevención en los medios de transporte y por SMS en caso de mucho calor.
Los operadores de la red eléctrica «RTE y Enedis reforzarán sus medios de vigilancia y respuesta a partir del verano de 2023, en particular desplegando equipos de urgencia durante las olas de calor y las sequías para evitar los cortes de electricidad«, precisa también el Gobierno.
Se animará a las personas vulnerables a inscribirse en los registros comunitarios que existen desde la ola de calor de 2003, para que puedan ser informadas y ayudadas en caso de calor excesivo.
También se llevarán a cabo controles anuales en los edificios escolares, especialmente en las salas de examen.
En cuanto a las empresas, se introducirá una guía de medidas y trabajos destinados a mejorar la temperatura en las oficinas, al tiempo que se reforzarán las inspecciones de trabajo en los sectores más vulnerables a los riesgos relacionados con el calor.
Por último, en cada departamento se llevará a cabo una encuesta sobre los acontecimientos culturales y deportivos, que también están sujetos a los caprichos del tiempo, para animarles a adaptar su organización en caso de ola de calor. En caso de riesgo elevado, las autoridades departamentales podrían verse obligadas a aplazar o anular estos acontecimientos.
«Este año no vamos a esperar a que llegue una ola de calor para dar instrucciones y buenas prácticas«, concluyó Christophe Béchu.
Por: Agencia