Toda la prensa internacional se hizo eco de la peligrosa persecución que sufrieron el príncipe Harry y Meghan Markle en Nueva York tras acudir a una ceremonia de entrega de premios. El portavoz de los duques de Sussex explicó que se trató de una carrera “implacable que duró más de dos horas, resultó en múltiples casi colisiones que involucraron a otros conductores en la carretera, peatones y dos agentes del Departamento de Policía de Nueva York”.
Inevitablemente, este hecho trajo a la memoria la muerte de Lady Di, que perdió la vida en un accidente de tráfico en París, mientras huía de un paparazzi, reseñó La Razón.
Sin embargo, pocas horas después de que el incidente se haga público, el Departamento de Policía de Nueva York ha comunicado su versión de los hechos, y lo cierto es que dista mucho de la difundida por los duques de Sussex. “El miércoles 16 de mayo por la noche, la policía de Nueva York ayudó al equipo de seguridad privada que protegía al duque y la duquesa de Sussex. Hubo numerosos fotógrafos que hicieron que su transporte fuera un desafío. El duque y la duquesa de Sussex llegaron a su destino y no se informaron colisiones, citaciones, lesiones o arrestos al respecto”, explican las autoridades de la ciudad de los rascacielos.
No se hace alusión alguna a las supuestas infracciones de los paparazzi de las que hablan los duques de Sussex, que van desde saltarse un semáforo en rojo hasta circular por la acera.
Desde que se dio a conocer su relación, el príncipe Harry y Meghan Markle han demostrado su animadversión a la prensa en varias ocasiones, denunciando acoso y mala praxis por parte de los medios. “Básicamente es el cazador contra la presa. Tienes que entrar en el juego o se publicarán cosas malas de ti. Es un negocio despiadado. Con Meghan no había límites”, lamentaba el duque de Sussex en su documental. De hecho, ha emprendido acciones legales contra uno de los principales grupos del Reino Unido, un proceso judicial que todavía sigue su curso.
Por AGENCIA