El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió el jueves al Consejo de Seguridad que sin una «acción inmediata», «millones de personas» estarán en riesgo de «hambruna extrema y muerte» en el mundo.
«Los impactos climáticos y la pandemia del covid-19 alimentan» el riesgo, subrayó Guterres durante una reunión del Consejo sobre el vínculo entre el hambre y la seguridad organizada por Estados Unidos, precisando que en una treintena de países «más de 30 millones de personas están a un paso de ser declarados en situación de hambruna».
«Tengo un mensaje sencillo: si no alimentas a la gente, alimentas el conflicto.
«La hambruna y el hambre ya no tienen que ver con la falta de alimentos. Ahora son, en gran medida, provocadas por el hombre, y utilizo el término deliberadamente», dijo Guterres.
«No hay lugar para la hambruna y el hambre en el siglo XXI».
Tras relatar que fue testigo de la muerte por inanición de una niña de dos años en Uganda en 1993, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, también subrayó que no hay «ninguna razón para no proporcionar recursos a quienes los necesitan urgentemente».
«En el mundo actual, la hambruna es causada por el hombre. Y si la causamos nosotros, significa que también tenemos que detenerla», dijo.
La directora de Oxfam Internacional, Gabriela Bucher, subrayó que «a los que sufren hambruna les importa poco si su condición es resultado de una acción deliberada o por la insensible negligencia de las partes en conflicto o de la comunidad internacional».
Crímenes de hambruna
A finales de 2020, más de 88 millones de personas sufrían hambre aguda a causa de los conflictos y la inestabilidad, lo que supone un aumento del 20% en un año, dijo, apuntando a un empeoramiento de la tendencia en 2021.
Las zonas de alto riesgo son el Sahel, el Cuerno de África, Sudán del Sur, Yemen y Afganistán.
«Para evitar la catástrofe para unos 34 millones de mujeres, hombres, niñas y niños», la ONU y sus agencias han pedido «una movilización urgente» para proporcionar «5.500 millones de dólares en recursos adicionales», dijo también Guterres.
Pero para Gabriela Bucher, la responsabilidad de los Estados no termina con las donaciones de dinero. Denunció «una comunidad internacional cuyos Estados más poderosos provocan con demasiada frecuencia el hambre con un abundante suministro de armas» en varios países.
Citando ejemplos concretos en Tigré (Etiopía), Yemen y la República Centroafricana, pidió al Consejo de Seguridad de la ONU «un claro compromiso de acción», que «garantice el acceso de la ayuda humanitaria» en todas partes y que exija «responsabilidades significativas» a quienes cometan «crímenes de hambruna».
De su lado, Linda Thomas-Greenfield pidió al jefe de la ONU dos informes al año sobre hambrunas, para prevenirlas de manera más eficiente.
Antonio Guterres anunció la creación de un «grupo de trabajo de alto nivel sobre la prevención de la hambruna» en la sede de la ONU en Nueva York, al que contribuirán representantes del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Por: Agencia