Miles de pescados de las especies roncador, casabita y lamparosa, entre otras, están esparcidos a lo largo de la playa continental de Boca de Aroa, lo que según lugareños es una acción que ejecutan algunos pescadores artesanales que desechan por su pequeño tamaño los referidos animales marinos.
Versiones recibidas en el pueblo señalan que los pescadoras están obligados por la ley a utilizar una red de medidas específicas justamente para evitar que peces pequeños en pleno desarrollo, queden atrapados, así lo reseñó La Mañana.
La mayoría de los pescadores llevan oculta para la faena, una segunda red mas comprimida, de agujeros muy pequeños que, al de ser lanzada al mar, hace que muchos peces de menor tamaño queden atrapados.
Los vecinos afirman que los pescadores botan los peces que tienen un tamaño pequeño en la playa porque «no es negocio» para ellos comercializarlos debido a que no tienen peso, «por eso los botan».
Funcionarios de la Guardia Costera estuvieron el martes 25 de abril en la playa para revisar el caso. Por esa razón, citaron a los pescadores al día siguiente (26 de abril).
Un residente de la zona quien pidió la reserva de su identidad por temor a represalias aseveró que los pescadores no acudieron a la cita pero estos no acudieron a la cita porque «la guardia se llevó tres mil kilos de pescado».
Por otra parte, los habitantes de Boca de Aroa manifestaron su preocupación por la situación: «Es un crimen que además contamina la playa».
Por: Agencia