viernes, noviembre 22

El telescopio Webb de la Nasa capta una impresionante imagen de una supernova

La Nasa pudo observar una supernova gracias a imágenes recopiladas por el telescopio James Webb. Este fenómeno espacial se trata de los restos de gas y polvo que surgieron de una explosión estelar que se dio al ‘morir’ una estrella.

Según la agencia espacial estadounidense, Cassiopeia A (Cas A), que es como se llama a la supernova, se sitúa a unos 11 mil años luz de la Tierra. A través del Webb, los investigadores han podido ver al cuerpo celeste como nunca antes lo habían hecho.

«Cas A representa muestra mejor oportunidad para observar el campo de escombros de una estrella que explotó y realizar una especie de autopsia para comprender qué tipo de estrella había ahí […] y cómo explotó», ha detallado Danny Milisavljevic, astrónomo de la Universidad de Purdue que forma parte del equipo del Webb.

Aunque existan otras supernovas en la Vía Láctea, Cas A es la más joven conocida, por lo que su exploración resulta relevante para la Nasa. Los científicos calculan que la luz de esta explosión estelar llego a nuestro planeta hace unos 340 años y ha sido capturada por telescopios en varias ocasiones, pero nunca como con el Webb.

Las nuevas imágenes del último gran telescopio de la Nasa aportan una mayor nitidez, pudiendo detectar más tonos y, por lo tanto, más información. Por ejemplo, el equipo del Webb descubrió que había un bucle verde próximo al centro del remanente y unas miniburbujas hasta ahora indetectables.

Conociendo más a detalle las supernovas, no solo se entiende la formación y la destrucción de las estrellas, sino que también sirve de pista para comprender el surgimiento de vida en la Tierra y la posibilidad de que exista en otros mundos.

Para ello, los investigadores deberán atisbar la presencia de elementos importantes para la formación de vida, como el carbono, el nitrógeno y metales pesados, que se encuentran en el interior de las estrellas. Cuando una explota y se forma una supernova, los materiales internos son expulsados al espacio, dando lugar a nuevos sistemas planetarios que pueden ser el germen de la vida.

Por: Agencias / Foto: Cortesía