Las autoridades francesas preparan un dispositivo de defensa «sin igual» para evitar atentados con drones en los Juegos de París-2024, una preocupación cada vez más presente en la lucha antiterrorista.
«Es algo que nos tomamos realmente en serio, trabajamos en ello desde hace tiempo», asegura un alto funcionario a la AFP.
La amenaza de un ataque terrorista durante los Juegos Olímpicos aterra a las ciudades sede desde hace más de 50 años.
En 1972, en Múnich, el ataque sangriento de un comando palestino contra la delegación israelí, enlutó el olimpismo.
En 1996, en los Juegos de Atlanta, una bomba explotó en un parque matando a una persona e hiriendo a 111, en un acto perpetrado por un hombre cercano a movimientos cristianos extremistas.
Desde entonces no se ha vuelto a registrar ningún atentado terrorista durante unos Juegos, pero la amenaza sigue presente.
«Escaparate ideal»
«Los Juegos son un escaparate ideal, de alcance mundial, y evidentemente los servicios de seguridad trabajan en todos los escenarios para prevenir un eventual ataque. Y los drones están claramente en lo más alto de nuestras previsiones», resume este alto funcionario.
Desde hace varios años, drones vendidos para uso civil han sido utilizados por grupos armados o criminales para cometer atentados. Yihadistas intentaron sin éxito asesinar al primer ministro iraquí Mustafá Al-Kazimi con drones en noviembre de 2021.
«El uso de drones civiles para actos militares o terroristas no es algo nuevo, como se puede ver actualmente en Ucrania. El riesgo es igual para los Juegos, no es un farol», estima Thibault Fouillet, doctor en Historia e investigador en la Fundación de Investigación Estratégica.
Una misión parlamentaria alertó en el verano de 2021 sobre el retraso de Francia, insuficientemente preparada para hacer frente a este fenómeno. Unas semanas antes, un informe del Senado apuntó al carácter «complejo» y «evolutivo de la lucha contra los drones, asegurando que entre las diferentes soluciones, la detección (radares, radiofrecuencia, etc) o la neutralización (interferencias)», ninguna de ellas es «completamente satisfactoria».
«Los sistemas han evolucionado desde entonces», asegura el alto funcionario.
«La problemática es la eficacia de un sistema que debe ser multicapas. No se lucha de la misma manera contra los drones militares que contra los drones civiles», explica Fouillet.
Desde hace unos años, las capacidades de los drones civiles inquietan también a las fuerzas de seguridad.
En París en el verano de 2021, las fuerzas de seguridad interceptaron un dron perteneciente a un turista. «Volaba a 140 km/h y podía subir varios kilómetros al cielo. Ahí vimos que teníamos un problema», corrobora una fuente de la seguridad.
También preocupa el modo de ataque llamado «enjambre de drones», una armada de pequeños aparatos que saturan bruscamente el cielo y cuyo vuelo es coordinado.
«Este escenario de un ataque por enjambre militarizado necesita de capacidades estatales. A priori no es forzosamente la hipótesis más plausible para los Juegos», matiza Fouillet.
«Un enjambre de drones requiere mucha coordinación y será mucho más sensible a las interferencias. La amenaza nos parece débil», confirma a la AFP el general Etienne Faury, comandante de la Brigada Aérea y responsable de la lucha contra los drones en los Juegos.
Por: Agencia