El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo el lunes desde Ankara que Estados Unidos desea vender aviones de combate F-16 a Turquía, una cuestión que envenena las relaciones entre los dos países desde hace años.
«La administración Biden apoya firmemente el paquete para modernizar los existentes (aviones) F-16 y suministrar nuevos a Turquía», declaró Blinken, precisando que aún no podía facilitar un «calendario formal» debido a que la venta estaba condicionada a la luz verde del Congreso estadounidense.
Turquía es un «aliado y socio de la OTAN», por lo que esta entrega es de «interés nacional» y de interés para la Alianza, agregó el jefe de la diplomacia estadounidense durante una rueda de prensa junto a su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu.
La venta potencial de aviones cazas F-16 a Turquía, prometida por el presidente Joe Biden, se ha topado con resistencias en el Congreso estadounidense debido a la situación de los derechos humanos en Turquía y del bloqueo turco a la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN.
El ministro turco de Exteriores señaló que «sería injusto» hacer del ingreso de estos países una «condición» para la venta de los F-16.
«Turquía no debe tener las manos atadas», añadió, esperando que «las sanciones (estadounidenses) se levanten lo antes posible».
Turquía ha reprochado a Suecia que acoja a militantes y simpatizantes kurdos que Ankara considera «terroristas», especialmente los que pertenecen al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Ankara ya pagó mil 400 millones de dólares por un pedido de aviones de combate furtivos F-35 estadounidenses que no llegó a recibir: Washington congeló la entrega en 2019 después de que Ankara adquiriera un sistema antimisiles ruso S-400 al considerarlo una amenaza para los F-35.
Esta es la primera visita de Blinken a Turquía desde que tomó posesión de su cargo hace dos años.
El jefe de la diplomacia estadounidense tenía previsto reunirse el lunes con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan en Ankara, tras visitar el domingo la zona del sismo que ha devastado el sur del país.
Allí, Blinken anunció una ayuda suplementaria de 100 millones de dólares para las víctimas del desastre que dejó unos 45 mil muertos en Turquía y en la vecina Siria, tras un primer paquete de 85 millones.