WhatsApp está en proceso de cambiar uno de los apartados más usados por sus usuarios: el envío de imágenes. Por la comodidad y la inmediatez, son pocos los que se plantean recurrir al correo electrónico o a otros medios para tal fin.
Es comprensible pues, como decía, se puede hacer de una manera muy rápida y sin complicaciones, tan solo tienes que abrir la conversación con el destinatario, escoger las instantáneas que le quieres enviar y listo, en unos segundos habrán llegado a su
teléfono para que las pueda ver, guardar, compartir con terceros, etcétera.
Solo hay un problema, y que desgraciadamente es desconocido por la mayoría, y es que para ser enviadas a través de WhatsApp, las imágenes previamente son comprimidas.
Esto no tiene importancia si el destinatario tan solo quiere verlas en la pantalla de su móvil, pues en este caso esa reducción de
calidad será prácticamente imperceptible.
Ahora bien, si su intención es imprimirlas, editarlas digitalmente o emplearlas para otros fines en los que la calidad sí que es
importante, entonces esto sí que marcará una clara diferencia.
Esto es una pena, claro, pues lo ideal sería poder contar con las ventajas que ofrece el envío de imágenes a través de WhatsApp pero sin la pérdida de calidad que se produce en esta operación.
A este respecto es cierto que hace ya algún tiempo el servicio ofrece la posibilidad de optar por un nivel de compresión más alto
o más bajo, en función de la preferencia del usuario, que ya se encargará de decidir el consumo que quiere hacer de su conexión
a Internet.
Aclaran, eso sí, que de momento está en desarrollo, por lo que ni se sabe cuando estará finalmente operativa ni cuando, en consecuencia, empezará a desplegarse para todos los usuarios del servicio.
Tampoco han podido confirmar, de momento, si esta función se podrá emplear también con los vídeos, puesto que WhatsApp aplica esta misma técnica a los mismos o si, en caso contrario, para este tipo de contenido sí que seguirá siendo necesario recurrir a otros medios.
Por: Agencia