Ovidio Guzmán, detenido este jueves en México, es hijo del encarcelado Joaquín “Chapo” Guzmán y responsable de un vasto tráfico de metanfetaminas hacia Estados Unidos, que ofrecía cinco millones de dólares por su captura.
Guzmán, de 32 años, es considerado el jefe de “Los Menores”, una fracción del Cártel de Sinaloa, fundado hace cuatro décadas por el “Chapo”, quien purga cadena perpetua en una prisión estadounidense, reseñó Prensa Libre.
Es el más conocido del clan “Los Chapitos”, que completan sus hermanos Joaquín, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán, dedicados también al narcotráfico, según las autoridades mexicanas.
Delgado y de cejas pobladas, Ovidio es conocido como “El Ratón”, un apodo que le habría puesto su escurridizo padre, de acuerdo con un corrido que le dedicó la banda musical Código FN y que hace un perfil del heredero.
“Soy el Ratón”
Con algunos versos en primera persona, la canción “Soy el ratón” lo describe como un “jefe con mucho cerebro”, de “sangre caliente y de acción”, y apasionado por los autos de lujo.
“Soy El Ratón, soy Ovidio y soy Guzmán hijo del Chapo. Es difícil no tenerlo aquí a mi lado y me duele que no esté. Siempre voy a respetarlo”, menciona un fragmento de su letra de la canción, cuyo video ha alcanzado más de 21 millones de visualizaciones en YouTube.
Otra canción popular que menciona a Ovidio Guzmán es JGL, elaborada por la agrupación de música regional llamada La Adictiva, en colaboración con el compositor Luis R. Conriquez.
En la canción, cuyas iniciales hacen referencial al nombre Joaquín Guzmán Loera, relata la historia de “El Chapo Guzmán” y sus hijos, y cómo ellos han seguido los pasos de su padre en el mundo del narcotráfico.
Amplio prontuario
Nacido en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, las autoridades estadounidenses requieren a Ovidio Guzmán bajo cargos de distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana en ese país.
El Departamento de Estado estadounidense señala que Guzmán se inició en el tráfico de drogas al heredar los negocios de su hermano Édgar, quien fue ejecutado en 2008 en Culiacán. Ovidio y su hermano Joaquín comenzaron entonces a comprar marihuana en México y cocaína en Colombia.
También adquirieron efedrina en Argentina para introducirla a México y producir metanfetamina.
Según las autoridades estadounidenses, Ovidio es responsable de laboratorios que producen mensualmente entre 1 mil 360 y 2 mil 200 kilogramos de metanfetaminas.
Esa droga “es vendida a otros miembros del cártel y a distribuidores en Estados Unidos y Canadá“, consigna la ficha sobre Guzmán en el Departamento de Estado.
El cártel de Sinaloa (envuelto en guerras internas) además es considerado por la agencia antidrogas DEA como uno de los principales responsables del tráfico de fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína y que ha causado numerosas muertes por sobredosis en Estados Unidos.
“Otra información señala que Ovidio ha ordenado el asesinato de informantes, un narcotraficante y un cantante famoso que se rehusó a cantar en su boda“, añade la reseña del Departamento de Estado.
“El Culiacanazo”
Guzmán se dio a conocer en todo México el 17 de octubre de 2019, cuando las autoridades mexicanas lo detuvieron en un operativo.
Sin embargo, horas más tarde de su captura, ocurrieron varios ataques de sicarios que pertenecían al Cártel de Sinaloa en diferentes calles de Culiacán.
La operación de captura de Ovidio en 2019 convirtió las calles de la ciudad mexicana en un “campo de guerra”, entre las autoridades mexicanas y miembros del cartel de Guzmán.
Incluso hay un video en donde Ovidio, ya detenido por las autoridades, ordena mediante un teléfono que se cesen los ataques en la ciudad ubicada en el estado de Sinaloa, sin éxito alguno.
“Ya paren todo, oiga. Ya paren todo. Ya me entregué. Ya paren todo, por favor. Ya tranquilos, ya ni modo… Ya no quiero que haya desmadres”, se escucha decir al narcotraficante.
Fue entonces que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ordenó su liberación.
El mandatario defendió esa decisión con el argumento de que se evitó un baño de sangre, cuando contingentes militares quedaron prácticamente cercados por sicarios dotados de armas largas.
Su captura este jueves volvió a generar enfrentamientos a bala entre fuerzas de seguridad y delincuentes, quema de vehículos, bloqueos y escenas de pánico en Culiacán, donde incluso un avión de pasajeros fue impactado momentos antes de despegar, sin que se registraran heridos.
Por Agencia