El mercado global de los artículos de lujo como ropa, calzado o joyas prevé que sus ventas crezcan hasta el 8% en 2023 y alcancen los 380.000 millones de euros, pese a la amenaza de que se produzca una recesión económica por la escalada inflacionista.
Esta es una de las conclusiones del último estudio de Bain & Company Leap of Luxury, elaborado para la asociación italiana Fondazione Altagamma, que, junto a la española Círculo Fortuny y otras asociaciones europeas, forma parte de ECCIA (European Cultural and Creative Industries Alliance).
No obstante, el informe maneja dos escenarios para 2023, el ya mencionado, con un crecimiento del 8%, y otro menos optimista, que prevé un incremento interanual del 5% y unas ventas de 360.000 millones de euros.
La diferencia la marca, principalmente, China, que en las últimas semanas ha registrado un aumento de contagios de coronavirus coincidiendo con el levantamiento de las restrictivas políticas de «cero covid» que venía aplicando, por lo que podría tardar un poco más en reincorporarse a este mercado.
Hasta entonces serán Europa y América los que empujarán el crecimiento de las compras de artículos de lujo personales, explica el informe.
En cualquier caso, la conclusión es que el sector del lujo está sorteando la amenaza inflacionista ya desde este mismo año, que podría cerrar con unas ventas mundiales de 353.000 millones, frente a los 290.000 millones en 2021, una cifra similar a la registrada en 2019, el año previo a la pandemia.
Para Bain & Company, incluso una posible recesión global en 2023 sería diferente a la crisis que comenzó en 2008, que impactó notablemente en el consumo de la alta gama, mientras que ahora existe «un renacimiento del lujo«, que le permite crecer aún en momentos de gran incertidumbre.