Colorido, tradición, creatividad y honor a quien honor merece, fue lo que se observó este miércoles en las calles de La Vela, municipio Colina, con la vuelta al ruedo de los locos y locaínas que cada 28 de diciembre celebran el día de los Santos Inocentes.
Tras dos años de receso a causa de la pandemia, el paseo Generalísimo Francisco de Miranda fue el epicentro de la más vistosa y organizada presentación, en la cual no solo intervinieron los del patio, sino también sus homólogos de Boca de Mangle (Municipio Acosta) y Moruy (Municipio Falcón), aparte de los Santos Reyes de Zamora y las Zaragozas del estado Lara.
La séptima Fiesta Internacional Locos de La Vela se realizó esta vez en marco de los 100 años del natalicio del cultor veleño Manuel Antonio Romero, que en vida fue el creador de emblemáticos disfraces y tradiciones, tales como el perico y el correo de La Mojiganga, indica la nota publicada por Cactus 24.
En la actividad estuvo presente Yves Marcano, autoridad colectiva de Turismo del estado Falcón, que en representación del gobernador Víctor Clark celebró el regreso a las calles de la tradición, pues es muestra de que nunca se ha perdido ni se perderá, y ahora es cuando más se afianza producto de la labor conjunta entre cultores, instituciones y las autoridades del Gobierno Bolivariano.
En tal sentido, Marcano expresó que prosigue el trabajo de la comisión creada por la máxima autoridad regional en pos de alcanzar la declaratoria de los Locos de La Vela como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, proceso que avanza a buen paso y, de seguro, va a brindarnos buenas nuevas en cuanto al reconocimiento de esta tradición, que hace mucho dejó de ser una fiesta regional para convertirse en parte de la identidad cultural de Venezuela para Latinoamérica y el mundo.
Por su parte, las y los presentes manifestaron al unísono sentirse regocijados de poder disfrutar a plenitud de la emblemática fiesta de los Locos de La Vela, habida cuenta que permite despedir el año y recibir 2023 en medio del compartir familiar, la alegría, el colorido y la esperanza que llevan intrínsecos las manifestaciones culturales de nuestro país.
Por: Agencia