Cuenta una antigua leyenda nórdica que cada 21 de diciembre, el espíritu de la Navidad llega a los hogares que la celebran. Proveniente de una galaxia lejana, un viajero errante se embarcó una aventura que culminó con su aterrizaje en la Tierra, en la región que ahora se conoce como Escandinavia.
Según el relato, este ser espiritual se distinguía por su felicidad contagiosa, sus deseos de paz, amor y armonía, y regalos para los creyentes, reseña El Universo.
Su llegada significaba prosperidad para el año nuevo, por lo que muchas familias le siguen rindiendo tributo y se preparan para la fecha en la que su espíritu regresa.
Aunque esta celebración no pertenece a ninguna religión, sí promueve la reflexión espiritual por medio de rituales.
Por: Agencia