Las autoridades canadienses revelaron este martes que Canadá quiere aumentar el número de inmigrantes que recibe cada año hasta llegar a la cifra récord de 500.000 en 2025 para responder a la demanda de la economía del país.
En 2022 Canadá calcula que recibirá a 431.645 inmigrantes. En 2021 llegaron 405.000, la mayor cifra en la historia del país, y esa cantidad se incrementará a 465.000 personas en 2023, 485.000 en 2024 y 500.000 en 2025, según las previsiones.
El plan anunciado hoy por el ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Sean Fraser, se concentra en «el crecimiento económico a largo plazo».
En 2025, el 60 % de los recién llegados al país lo harán a través de las categorías económicas del sistema migratorio canadiense, que están reservadas para personas con capacitación y experiencia específicas para cubrir las demandas del mercado laboral canadiense.
El 40 % restante de los 500.000 inmigrantes que Canadá aceptará en 2025 serán distribuidos entre las otras tres categorías migratorias: familiares de residentes en el país, personas aceptadas por razones humanitarias y refugiados.
En los últimos cinco años, un 57 % de los inmigrantes que han llegado a Canadá, cerca de 750.000 personas, lo han hecho a través de la categoría económica.
«El plan acepta la inmigración como una estrategia para ayudar a que las empresas encuentren trabajadores y para atraer capacitación requerida en sectores claves», señaló en un comunicado el Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía.
El plan migratorio también aumentará su interés en que los recién llegados se distribuyan por todo el país, «incluidas pequeñas ciudades y comunidades rurales».
Los economistas han advertido de que cerca de un millón de puestos de trabajo están vacantes en Canadá por la falta de trabajadores cualificados, lo que está condicionando el crecimiento económico.
La escasez de trabajadores, especialmente desde el inicio de la pandemia, también ha provocado un fuerte aumento de los salarios.
El Consejo de Empresas de Canadá (CEC), que representa las empresas privadas del país, aplaudió el plan migratorio, pero señaló que el porcentaje de inmigrantes aceptados en la categoría económica debería aumentar al 65 %.
El presidente de CEC, Goldy Hyder, afirmó en un comunicado que «cada empleo que no está ocupado representa una persona menos contribuyendo al crecimiento económico de Canadá y una persona menos pagando impuestos para apoyar la infraestructura social».
Por su parte, el ministro de Inmigración canadiense indicó que «los niveles del plan de inmigración ayudarán a que las empresas encuentra a los trabajadores que necesitan, coloca a Canadá en un camino que contribuirá al éxito a largo plazo y permitirá cumplir los compromisos claves con la gente vulnerable que huye de la violencia, guerra y persecución».
Por: Agencia