Extinction Rebellion (XR) y otros grupos afines protagonizaron este lunes una serie de protestas contra trece empresas u organismos contaminantes o vinculados al sector petrolero en diversos puntos de Londres.
Los ecologistas arrojaron petróleo o sangre falsos o se pegaron con cola a las instalaciones de las entidades, con el mensaje de que «deben cortar los lazos con los combustibles fósiles«, explica XR en un comunicado, refiere EFE.
Las compañías afectadas son la petrolera BP; la de relaciones públicas Hill+Knowlton Strategies; la aeronáutica BAE Systems; Church House, sede de la Iglesia de Inglaterra; la química Ineos, el despacho jurídico Eversheds Sutherland; y Schlumberger, de servicios petroleros.
🚨 BREAKING 🚨 #FossilFuel companies targeted across London
XR & aligned groups take action at Hill & Knowlton, Institute of Economic Affairs, JP Morgan, BAE, INEOS, Schlumberger, IMO, Eversheds Sutherland,BP & BEIS
Time to #CutTheTies to #FossilFuels pic.twitter.com/30PzzBzofa
— Extinction Rebellion UK 🌍 (@XRebellionUK) November 21, 2022
También fueron blanco la Organización Marítima Internacional (OMI); el derechista Instituto de Asuntos Económicos; el banco de inversión y la aseguradora estadounidenses JP Morgan y Arch Insurance; el fondo de pensión canadiense Ontario Teachers Pension Plan y el ministerio británico de Empresa, energía y estrategia industrial, se señala en la nota.
La protesta se produce al término de la COP27 en Egipto, que acabó el domingo con un acuerdo de mínimos y fue ampliamente criticada por la gran presencia de representantes de compañías de petróleo y gas.
Sarah Hart, portavoz de Extinction Rebellion, critica en la nota que haya compañías que «se benefician de la senda de destrucción» que supone la explotación del combustible fósil, y condena al Gobierno británico por permitirlo.
«Mientras que el resto de nosotros nos preocupamos por el coste de encender la calefacción, nuestro Gobierno prioriza las ganancias de las empresas que están poniendo en peligro nuestro clima y medio ambiente«, afirmó.
Por su parte, un portavoz de Christian Climate Action declaró, al explicar el ataque a la sede anglicana, que «la Iglesia debería demostrar un liderazgo moral y rechazar sacar provecho de inversiones en firmas que continúan alimentando el sufrimiento climático«.
Por: Agencia