La Confederación Nacional de Productores y Comercializadores de Papa en Venezuela (Confepapa) presentó este viernes su balance trimestral de la situación del sector. Advirtió, entre sus cifras más graves, que han evidenciado un descenso de 22 % de la siembra del rubro y caída del autoabastecimiento del mercado en 33 % el último año. Esta situación la atribuyeron a la competencia desleal auspiciada desde Colombia.
En 10 meses (noviembre 2021 – agosto 2022), las importaciones de papa desde Colombia a Venezuela, pasaron de aproximadamente 6.600 toneladas, equivalentes a 20 % del expendio en el mercado nacional, a representar 53 % del expendio con aprox. 19 mil toneladas de papa. En el mismo periodo la papa nacional pasó de representar 80 % del expendio con aproximadamente 26 mil 400 toneladas a representar 47 % del expendio con cerca de 17 mil toneladas, señala la organización en un comunicado oficial.
Frente a este hecho, según destacó el sector papero, por primera vez desde que se disponen de estimaciones de producción y consumo de papa, Venezuela no se autoabastece en, al menos, 50 % de su consumo, reseña El Carabobeño.
En un documento público firmado por Edison Arciniega, director general de esta confederación, ahondaron que en paralelo se ha registrado un descenso de la superficie sembrada de papa en el país de alrededor de 19.400 hectáreas (entre septiembre de 2020 y agosto de 2021) a cerca de 14.000 hectáreas, lo que significa una contracción de la superficie sembrada del orden del 22 % en un año, equivalente a cinco mil 400 hectáreas menos.
La papa traída de Colombia
En el escrito los paperos enfatizaron en que desde enero 2022 se viene produciendo un fenómeno de no impacto de los costos de fletes, logística y merma en los costos de importación de la papa colombiana y su colocación en los mercados mayoristas venezolanos. Esto, según explicaron, ha ocasionado “abaratamiento artificial” de los costos de la papa traída desde el vecino país en detrimento de la producción nacional.
Tras evidenciar que una de las más graves secuelas de estos hechos es la destrucción de más de 40 mil empleos rurales directos en el lapso de un año, en este reporte agregaron que de no frenarse la realidad de dumping que los afecta, se estaría profundizando la dependencia del país de las importaciones desde Colombia mientras en paralelo se genera un profundo desarraigo en el sector.
Por: Agencia