El ejército ucraniano entró el sábado en Limán, una ciudad estratégica en el este del país, en la región de Donetsk, anexionada la víspera por Moscú pese a las condenas de Kiev y los países occidentales.
«Las fuerzas de asalto aéreo ucranianas entran en Limán, en la región de Donetsk», detalla el ministerio de Defensa ucraniano en Twitter.
En un video de un minuto que acompaña el mensaje, se ve a dos soldados ucranianos agitar y luego colocar la bandera nacional celeste y amarillo al lado de la inscripción «Limán», en la entrada de la ciudad.
«Desplegamos nuestra bandera nacional y la colocamos en nuestro territorio. Limán siempre formará parte de Ucrania», afirma sonriente uno de los dos militares.
El ejército ruso dijo que se retiraba de la localidad. «Amenazados con el cerco, las tropas aliadas se retiraron de Limán a líneas más favorables», detalló el ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
Por la mañana, Kiev había informado que sus tropas habían «rodeado» a varios miles de soldados rusos en la ciudad.
Según un portavoz militar, «entre cinco mil y cinco mil 500 rusos» estaban atrincherados dentro y en torno a Limán.
La toma de esta ciudad supone una victoria clave para Kiev, ya que se trata de un importante nudo ferroviario en la anexionada región de Donetsk, detalla AFP.
El viernes por la noche, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se congratuló por los «resultados significativos» de la contraofensiva de sus tropas en el este.
Justicia internacional
Tras la anexión oficial el viernes de cuatro regiones ucranianas por parte de Rusia, Ucrania anunció que recurrirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), «exhortándola a que se ocupe de este caso lo más rápido posible».
Zelenski indicó asimismo que iba a «firmar la candidatura de Ucrania con vistas a una adhesión acelerada a la OTAN», decisión apoyada por Estados Unidos y Canadá.
«Apoyamos firmemente la entrada a la OTAN de países que desean adherirse y que pueden aportar sus capacidades», declaró el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
El viernes por la noche, el presidente ruso, Vladimir Putin, cerró una jornada de ceremonias tras la anexión de los territorios ucranianos.
«¡La victoria será nuestra!», lanzó el mandatario entre los aplausos de miles de simpatizantes, congregados en la plaza Roja en Moscú y ondeando banderas rusas.
Poco antes, en el Kremlin, Putin había firmado los documentos de anexión junto a los dirigentes de las regiones separatistas de Ucrania (Donetsk y Lugansk) y de las ocupadas por las tropas rusas (Zaporiyia y Jersón).
«Detención ilegal»
Los dirigentes de la Unión Europea y la OTAN condenaron esta anexión, que calificaron de «ilegal».
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU examinó una resolución condenando las «pseudoanexiones», pero fue inmediatamente bloqueada por un veto de Rusia.
El presidente Joe Biden afirmó que Estados Unidos y sus aliados «no se dejarán intimidar» por Putin y advirtió que la OTAN defenderá «cada centímetro» de su territorio.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, advirtió sin embargo que esta adhesión territorial hace «prácticamente» imposible el fin de la guerra.
Estas anexiones se producen tras siete meses de invasión rusa en Ucrania, y estos supuestos «referendos» fueron organizados de forma urgente en las regiones ocupadas después de una exitosa contraofensiva ucraniana el mes de septiembre en el noreste del país.
Estos éxitos militares de Kiev impulsaron a Putin a decretar una movilización «parcial» de centenares de miles de reservistas.
En el terreno, al menos 24 civiles, entre ellos 13 niños y una mujer embarazada, fueron hallados muertos por disparos en una caravana de coches, en la región de Járkov, en el noreste, según el gobernador regional. La AFP había visto al menos 11 cadáveres en en el lugar la víspera.
En el sur, Rusia detuvo al director general de la central ucraniana controlada por Moscú de Zaporiyia, indicó el sábado la agencia nuclear ucraniana, Energoatom.
Ihor Murashov fue detenido el viernes por una «patrulla rusa» en torno a las 16H00 hora local (13H00 GMT) cuando iba a la central desde la ciudad de Energodar, controlada por los rusos, según el jefe de Energoatom, Petro Kotin.
El vehículo de Murashov fue detenido, y el responsable de la central fue sacado del automóvil y «con los ojos vendados fue llevado a un lugar no desvelado», según la misma fuente.
Kiev denunció inmediatamente la «detención ilegal» de Murashov, de quien por ahora se ignora el paradero.
Por: Agencias / Foto: Cortesía